Para muchas mujeres tener hijos puede ser toda una bendición, pero también tiene una gran carga de responsabilidad que muchas lo traducen en olvidarse de ellas mismas y abandonar el amor propio.
Ser madre es un reto que implica una gran misión, pues ahora además de cuidar de ti, también debes hacerte cargo de un pequeño que ha aprendido a decirte mamá y que está explorando todo a su alrededor con gran interés.
Aunque el tener hijos puede ser una meta en la vida, las mujeres deben recordar que no se puede entregar amor puro si primero ellas no se aman y se procuran; la maternidad no debe ser un sacrificio en el que se olviden de todas sus metas para volcarlas completamente en sus pequeños.
A pesar de que ellos te necesitan, tú también debes recordar que es imprescindible que te ames a ti misma, que cuides de ti y tu salud, que procures tu bienestar físico, que encuentres satisfacción en hacer cosas que son enteramente para tu bienestar a nivel psicológico o emocional.
No solo te enfoques en los cuidados ajenos a ti, la maternidad no debe ser un sacrificio
Al hacerte cargo de ti no solo estás enfocándote en lo que es bueno para ti, también te aseguras de que tus hijos verán tu mejor versión. Esa en la que reconocen en ti una mujer poderosa, sana, activa, fuerte y con ganas de luchar no solo por su familia, también por ella misma.
Muchas personas suelen decir que el ser madre te convierte automáticamente en una especie de satélite que debe girar forzosamente alrededor de este nuevo pequeño planeta que quiere conocer más del universo; pero la maternidad no debe ser un sacrificio, primero que nada debe ser una tarea contigo misma y con nadie más.
Esclavizarte exclusivamente con las necesidades de tus pequeños te hará comenzar a borrar esa línea tan importante que es la individualidad como mujer, esas aspiraciones como profesionista y esa búsqueda por ser un mejor ser humano en comunión con lo que le rodea.
No esperes a que tus hijos crezcan o abandonen el nido para amarte y procurarte. Ámate a ti misma sin importar todas las ideas preconcebidas que se tienen sobre ser mamá y recuerda: La maternidad no debe ser un sacrificio.