¿Te has descubierto hablando mal de tus compañeros de trabajo y poniéndole apodos mientras estás en la sobremesa hablando con tu familia? Peor aún, eres un padre o madre agresivo con las personas que ofrecen un servicio, cuidado con lo que le enseñas a tus hijos. ¿La razón? Los niños que hacen bullying lo aprenden de sus padres.
Muchas veces los padres se cuestionan qué están haciendo mal dentro de la educación de sus pequeños para darles ejemplos negativos, y a veces no se ponen a pensar que son ellos mismos los que en gran medida dan esta clase de ejemplos negativos.
Los niños que hacen bullying, de acuerdo con los psicólogos infantiles, generalmente vienen de hogares fragmentados, condiciones de violencia, pero también de sitios en donde la burla y la agresión son permitidas y hasta celebradas.
Pocas veces reflexionamos sobre el origen de la violencia.
Poner apodos a tus familiares, burlarse de su condición física, fomentar la división, crear un ambiente de superioridad, generar peleas innecesarias son comportamientos que fácilmente tus hijos pueden reproducir.
Es momento de dejar de culpar a la televisión o a los videojuegos; en gran medida, los pequeños son capaces de emular su primer círculo cuando salen de casa. Al estar en la escuela consideran que justo como se comportan en casa es como pueden y deben actuar fuera de ella.
Hacer un examen de consciencia como padres ayudará a dejar de criar a niños que hacen bullying.
Si eres una madre que se burla del físico de otras o si eres un padre que habla de forma altisonante y considera que solo por el uso de la fuerza puede conseguir sus objetivos, entonces esto es lo que le estás transmitiendo a tus pequeños.
Hacer un examen de consciencia sobre el tipo de hijos que quieres tener te ayudará en gran medida a no criar niños que hacen bullying o que son considerados como violentos, agresivos y problemáticos.
Hablar con tus pequeños sobre la empatía, el respeto y la solidaridad, de la tolerancia, diversidad, comunidad y responsabilidad le ayudarán a no emular comportamientos nocivos como los que se han etiquetado como “bully”.
Y lo más importante, para no tener un hijo bully, lo más importante es no ser un padre que hace bullying.