Muchos padres de familia buscan corregir el comportamiento de sus hijos durante estas fechas con la frase: “Si te portas mal, los Reyes no te traerán regalos”, pero ¿esto es en verdad efectivo? ¿Podría afectar de alguna forma en el desarrollo de los pequeños? Te explicaremos por qué no debes amenazar a tus hijos con Santa y Los Reyes Magos.
Es común que papá o mamá use el argumento de que los Reyes Magos o Santa Claus no les traerán nada a los niños si no se portan bien, pero poco se habla de las consecuencias negativas que esto puede tener en los pequeños.
Al respecto la psicóloga Mónica Serrano considera que es un error utilizar esta estrategia, pues es una actitud que puede tener consecuencias en el pensamiento infantil, ya que la amenaza afecta la forma en que los hijos perciben el acto de recibir un regalo.
Amenazar a tus hijos con Santa y Los Reyes Magos, una mala elección
Esto transmite la idea de que los Reyes y Santa son “jueces que premian o castigan en función de la conducta de la persona”.
“Las figuras de Santa Claus y los Reyes Magos representan la ilusión infantil de recibir, en forma de regalos, la amabilidad y cariño adulto de una manera mágica. Dura solo unos pocos años, pues el misterio se rompe con la evolución cognitiva, que deriva en el fin del pensamiento mágico”, agrega Serrano.
Asimismo, la psicóloga advierte que las amenazas y chantajes en torno a los regalos aportan experiencias negativas en el desarrollo de la persona en su infancia, por lo tanto Serrano toma en consideración cinco consecuencias sobre este tipo de actitudes hacia los niños:
- Se niega el hecho de que es un ser valioso en sí mismo, independientemente de cómo se comporte, pues estamos condicionando el amor al niño a su conducta. Teniendo en cuenta que estas figuras mágicas representan, en realidad, a los padres, cuando las utilizamos como amenaza estamos transmitiendo que nuestro amor no es incondicional, sino que está condicionado a su comportamiento.
- Estos chantajes afectan negativamente a la autoestima del niño, ya que transmiten al niño el mensaje de que no es merecedor de recibir regalos, que su valor personal no es suficiente como para recibir dichos regalos. Realmente, las amenazas y chantajes con los regalos navideños le transmiten al niño el mensaje “no eres importante”.
- Los niños tienden a obedecer en función del miedo a perder los regalos, lo cual limita el diálogo, la comprensión mutua y la acción según el criterio propio.
- Los pequeños comienzan a funcionar basándose en conseguir premios o evitar castigos, convirtiéndose en un aprendizaje poco estable a largo plazo.
- El niño comienza a asimilar etiquetas totalitarias del tipo “bueno”- “malo” como manera de categorizar a las personas, asumiendo que los niños con menos regalos son menos buenos que los que tienen más. Esto contribuye a la justificación de las desigualdades sociales desde una falsa moral.