Nadie podría decirle que no a la comida de la temporada decembrina, pero por más que disfrutemos de ella un mal cálculo de la cena de Fin de Año puede llevar a que se desperdicie parte de la comida. Te enseñamos cómo aprovechar la comida que sobra de la cena de Año Nuevo en el hogar.
Comer es mucho más que un acto biológico, es una cuestión social y la familia se une más en torno a una serie de ricos platillos. Podemos hacer que nadie se quede con hambre y, al mismo tiempo, evitar el derroche de comida.
Así que sin importar si vas a preparar pavo, pierna o romeritos, comprométete a sacarle el mayor provecho a cada platillo y también a tu inversión, pues según la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC) el porcentaje de desperdicio de alimentos durante cenas como estas ronda el 42%.
¿Cómo aprovechar la comida que sobra de la cena de Año Nuevo?
Por supuesto que puedes prevenir el desperdicio de comida si preparas los menús con antelación y enumeras la cantidad de platos que se cocinarán. Además, antes de hacer las compras, revisa tu alacena. No compres uvas de más, tu cartera te lo va a agradecer.
Pero también hay mucho por hacer si es que se te salió de control y tienes sobras de un platillo y de otro en el refrigerador:
El recalentado. Por supuesto que es la opción número 1, puedes preparar un sándwich de pavo, una pasta con pierna o quesadillas fritas con bacalao. Aunque lo recomendable es recalentar la comida solo una vez.
Reutiliza las salsas sobrantes. Utilízalas en un máximo de 4 o 5 días para que estén en buen estado. Van perfecto en una ensalada o puedes convertirlas en cremas deliciosas.
Guarda las guarniciones. Son ideales para acompañar tus platillos de la próxima semana, sobre todo si haces batch cooking. Podrás ahorrar tiempo, dinero y recursos energéticos.
Congela el pan. Si compraste baguettes, solo tienes que congelarlos para conservarlos por más tiempo. Después, puedes calentarlos en el horno o en un tostador y quedarán como recién hechos.
Reparte lo que puedas. Pero hazlo al día siguiente para asegurarte de que la comida sepa deliciosa. Puedes empaquetarla y compartirla con quienes más lo necesitan en la calle, en hospitales y en asilos.