Terminar una relación puede ser difícil, pero es especialmente complicado cuando se cancela una boda y un proyecto de vida en pareja. Hay mucho papeleo por hacer, un duelo que vivir y todo tipo de dudas. ¿Sabes quién se queda con el anillo de compromiso?
Sin importar la razón, romper un compromiso matrimonial es un paso importante que conlleva a varias consecuencias. Hablar con tu pareja es, sin duda, la decisión más dura, pero es apenas el principio de una serie de elecciones que hay que hacer.
Además de lidiar con el sufrimiento emocional e informarle la decisión a todos los invitados, debes lidiar con aspectos legales y financieros que pueden ser muy engorrosos. Decidir qué es lo que quieres hacer con el anillo de compromiso para empezar.
¿Quién se queda con el anillo de compromiso?
Se dice que el anillo debe tener un costo equivalente a 2 o 3 meses de sueldo del novio y, aunque no está grabado en piedra, suele respetarse la tradición. Estamos hablando de un regalo costoso que podría o no volver a las manos de quien lo compró.
En algunos países, la ley especifica que el anillo tiene un propietario legítimo y pertenece a la persona a la que se le otorgó. Además, cuando se trata de reliquias familiares, se pueden proteger mediante un contrato por escrito que asegura su devolución en caso de que se cancele el compromiso.
En caso de divorcio, también puede haber un acuerdo prenupcial celebrado sobre el anillo, que por supuesto debe quedar por escrito y firmarse ante un tribunal. Puede deberse a su valor sentimental o monetario.
Sin embargo, en México no hay una ley como tal que respalde al comprador del anillo en este tipo de casos. Quienes rompen un compromiso tienden a regresar la joya, mientras que otros lo empeñan para asumir parte de las pérdidas que casi siempre implica cancelar una boda.
No hay un protocolo, pero podrías devolver el anillo a tu pareja y, si es él quien te pide conservarlo, tomar la decisión que te haga sentir más cómoda. El camino depende mucho de las razones y la forma en la que haya terminado el compromiso matrimonial.