Aunque detener el tiempo es imposible, ralentizar el proceso de envejecimiento sí es una posibilidad que tenemos a la mano. Hay todo tipo de procedimientos médico estéticos que pueden desvanecer las tan temidas líneas de expresión y el baby botox es hoy uno de los más populares tratamientos de belleza.
Las primeras arrugas aparecen a partir de los 25 años, aunque pueden hacerlo antes o después en función del cuidado que hayas dado a tu piel, el estrés al que estés sometida y tu genética.
La toxina botulínica o botox se convirtió en una opción para relajar los músculos faciales que causan líneas de expresión en la frente y alrededor de los ojos. Aplicarlo es relativamente sencillo y, aunque no se puede remover, la actividad muscular regresará.
Diferencias entre botox y baby botox
El botox se ha convertido en una de las estrellas de los tratamientos estéticos, bien aplicado puede ayudarte a lucir una piel más relajada y con aspecto fresco. Pero cuando se trata de un cutis particularmente joven, lo mejor es experimentar con baby botox.
Se trata de un procedimiento en el que se inyectan cantidades mínimas de toxina botulínica para retrasar la formación de arrugas. Es un método preventivo que se aplica en el tercio superior de la cara antes de los 30 años.
Se atenúan las líneas de expresión, pero manteniendo el movimiento muscular, apenas y se nota y el objetivo es llegar a los 50 sin surcos y cicatrices difíciles de eliminar.
Aunque la duración del efecto depende de cada paciente, lo habitual es que vaya de los 4 a los 6 meses, momento en el que se aconseja repetir el tratamiento. Es muy efecto, pero también costease solo para algunos.
Si puedes darte ese lujito, disfrútalo y asegúrate de hacerlo de la mano de un experto dermatólogo. Si no, experimenta con opciones más económicas: prepara en casa esta mascarilla de plátano que también combate las arrugas.
No pierdas de vista que, antes de cualquier tratamiento, usar protector solar es la mejor acción antienvejecimiento.