Los niños siempre están al pendiente de lo que sucede a su alrededor y, al igual que los adultos, están expuestos a un bombardeo constante de información a través de los medios de comunicación. Ahora te compartimos cómo explicarle a los niños la guerra y violencia en el mundo, según los expertos.
Además de la pandemia, hoy nos enfrentamos a la incertidumbre causada por la guerra entre Rusia y Ucrania, por lo que es muy probable que los niños escuchen al respecto en televisión o entre la gente. ¿Cómo podemos ayudar a los hijos a entender qué es la guerra y la violencia en el mundo?
Tocar temas como la guerra o el terrorismo con los niños requiere empatía, sensibilidad y tacto. Recuerda que lo importante es hablar con ellos para ayudarles a sentirse más seguros y a entender el mundo en el que viven.
De acuerdo con la American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, lo primero que debes hacer es escucharlos sin forzar la conversación, es decir, debes estar atento a sus inquietudes y preguntarles qué es lo que han escuchado sobre el tema para averiguar si hay algo en particular que les genera preocupación. Recuerda esperar a que ellos se sientan listos para hablar al respecto.
Explicarle a los niños la guerra requiere de paciencia y tolerancia
Al momento de explicarles lo que está pasando usa palabras y conceptos que los niños puedan entender para no abrumarlos con demasiada información. Trata de contestar todas sus dudas de forma sincera, respetuosa y con mucha paciencia porque seguro habrá cosas que les resultará difíciles de entender. Algo sumamente importante es evitar abordar estereotipos de raza, nacionalidad o religión para también enseñarle sobre tolerancia.
Cuando hables con ellos puedes ayudarles a sentirse en confianza y seguros si te escuchan hablar de cómo se sienten respecto a la guerra.
Para apoyarlos durante el proceso de asimilar la información es recomendable evitar en la medida de lo posible que los niños vean demasiadas imágenes violentas en la televisión o en los videojuegos y animarlos a establecer una rutina y horario con diferentes actividades para hacerles sentir seguros.
Toma en cuenta que los niños que han experimentado un trauma o pérdida en su vida pueden tener reacciones más intensas con respecto a las tragedias y es posible que necesiten apoyo y atención profesional. Mantente al pendiente de síntomas físicos de ansiedad y estrés como problemas para dormir, pensamientos persistentes y perturbadores, imágenes que le dan miedo, temores intensos acerca de la muerte, problemas de separación de los padres o con el ir a la escuela.
Ante todo recuerda que los niños son niños y puede que no quieran pensar o hablar acerca de estos eventos, está bien si ellos prefieren jugar pelota, correr, usar la bicicleta, etc. Piensa que los niños al igual que los adultos, son capaces de sobrellevar los tiempos difíciles y pueden seguir adelante con sus vidas siempre y cuando cuenten con las herramientas emocionales necesarias.