La rosácea una condición de la piel más común de lo que creeríamos, y sin embargo, es poco conocida. Muchas veces puede confundirse con otros padecimientos como acné adulto, alergias o simple enrojecimiento. Sin embargo, identificarla es esencial para tratarla de forma adecuada y poder controlarla.
¿Qué es?
La rosácea es un trastorno muy común de la piel que causa enrojecimiento, lesiones inflamatorias y vasos sanguíneos visibles en la cara.
Aún se desconoce su causa a ciencia cierta, pero se ha visto que es más frecuente en mujeres y tiende a aparecer entre los 25 y 30 años, hasta los 50.
¿Cómo se ve la rosácea? ¿Cómo te puede afectar?
Generalmente, este problema se presenta en la zona media de la cara, sobre la nariz, mejillas, frente y mentón, y puede verse como una rojez transitoria o permanente.
También se hacen visibles los vasos dilatados que pueden parecer como arañitas o muy pequeñas líneas rojas, hay brotes que parecen acné (pápulas o pústulas), lo cual causa inflamación y engrosamiento de la piel.
En algunos casos esto puede llegar a un engrosamiento fuerte en la nariz, que se llama rinofima y es más común en hombres. Además, también pueden verse afectados los ojos, provocando conjuntivitis, sequedad, ojos irritados e inflamación en los párpados.
La piel puede sentirse caliente, tirante, con ardor y a veces picazón, además de seca e inflamada.
¿Qué la provoca?
En sí, no hay una respuesta certera de qué la produce, pero lo que sí sabemos es qué empeora la rosácea:
- Exposición al sol
- Saunas
- Comidas calientes, picantes o excesivamente condimentadas
- Algunos tipos de ejercicio (ojo, no hay que dejar de hacerlo, simplemente aprender a cuidar de la piel en estas condiciones y saber qué tipo de ejercicio tu piel puede aguantar)
- Algunos cosméticos y productos que contengan alcohol y/o fragancias
- Estrés
- Ansiedad
- Utilización de cubrebocas
- Mascarillas y/o exfoliantes caseros no especificados para este padecimiento
¿Cómo se trata la rosácea?
Debes saber que la rosácea es una condición de la piel incurable, ¡pero no pasa nada! Es posible controlar los síntomas muy bien con el tratamiento y cuidados adecuados. Pero ojo porque si no se trata correctamente, es probable que vaya empeorando hasta el punto de ser insoportable para la piel y el autoestima.
Lo primero que debes hacer es acudir con un dermatólogo/a que determine si es rosácea lo que tienes u otra condición. El diagnóstico se realiza con la historia clínica y revisión, no se necesitan estudios complementarios como de sangre o de laboratorio.
Ahora, es importante saber que cada rosácea y cada paciente es diferente, por eso el tratamiento debe ser individualizado y enfocado en tus necesidades, pero sí podemos compartir algunos cuidados básicos:
- Evita los factores desencadenantes que vimos anteriormente
- Lleva una rutina facial con jabones suaves sin fragancia y sin alcohol
- No talles tu cara
- Usa una crema hidratante facial adecuada, así como protector solar
- Existen tratamientos tópicos y orales especializados que tu dermatóloga te puede indicar
- Dependiendo del estado de tu piel, te pueden hacer un tratamiento láser de colorante o luz pulsada intensa
- Si quieres usar maquillaje, los pigmentos verdes te ayudan a disminuir las rojeces
- El agua termal puede ser de gran ayuda para disminuir la sensación de tirantez o sequedad, pero debes consultar con un profesional su uso
En conclusión, la rosácea, así como otras condiciones de la piel, necesitan de un cuidado experto y tratamiento personalizado, con una rutina y medidas claras.
Pero, aunque pueda parecer molesto o excesivo, debemos saber que la piel se comunica con nosotros y nos dice qué cosas no le sientan bien, podemos incluso tomar la lección que la rosácea nos da para crear hábitos más saludables como la protección solar, una rutina de cuidado de la piel y las visitas al dermatólogo como parte del cuidado de nuestra salud.
Confía en tu cuerpo siempre y ayúdale a sanar con la ayuda de expertos como los de Senshi Derma Clinic.