La intolerancia a la lactosa es más común de lo que podríamos imaginar, ya que es una condición que se produce ante la falta o reducción de la enzima lactasa en el organismo, lo cual impide la digestión de la lactosa. Así que si padeces de esta condición de salud, te diremos cuáles son los lácteos que puedes comer sin inflamarte.
La lactosa es conocida como el azúcar natural presente en muchos productos lácteos, pero es importante aclarar que hay muchas alternativas derivadas de los lácteos que sí pueden formar parte de tu dieta a pesar de tu intolerancia.
Generalmente los alimentos lácteos son expuestos a procesos de fermentación en los que se reducen considerablemente los niveles de éste tipo de azúcar, convirtiéndose en ácido láctico, que es mucho más amable con el estómago.
Cabe aclarar que la lactosa se encuentra en la parte líquida o suero de la leche, es por eso que los productos lácteos donde este líquido se separa, tienen menor cantidad de lactosa, por lo que es posible consumirlos sin problema.
Si eres intolerante a la lactosa, aún puedes comer estos alimentos
Teniendo esta información en cuenta y si tienes intolerancia a la lactosa, debes saber que es posible incluir en tu dieta leches fermentadas, kéfir de leche y yogures, siempre y cuando tu nivel de intolerancia sea leve.
En cuanto a quesos, lo ideal es buscar aquellos que estén curados o semicurados ya que contienen menor proporción de suero de leche y, por lo tanto, su nivel de lactosa es prácticamente nulo. Algunos ejemplos de este tipo de quesos son el gruyère, idiazábal, comté, parmesano o cheddar.
Otras alternativas son las leches especiales sin lactosa que contienen enzima lactasa entre sus componentes, así como lácteos derivados de leche no vacuna como por ejemplo el queso de cabra, el queso manchego o mozzarella.
Recuerda acudir a tu médico para revisar el estado de tu flora intestinal regularmente, de esta forma podrás tener un mejor control del tipo de alimentos que puedes consumir.