Los sueños parecen una incógnita. Preguntas como ¿por qué soñamos? o ¿por qué hay veces que soñamos más que otras? no tienen respuesta. Al menos, hasta este momento, ya que vamos a abordar los sueños empezando por lo más básico. Comenzaremos definiendo qué son en realidad y por qué razón se producen. También, descubriremos si hay otras especies que sueñan.
Para poder ofrecer respuestas veraces y basadas en estudios, tomaremos como referencia al Instituto del Sueño. Un centro internacional que se ha centrado en los sueños investigándolos y estudiándolos a fondo. Dado el tema que nos ocupa parece que encontraremos las respuestas que buscamos en este instituto; por lo tanto, ¿empezamos ya?
¿Qué son los sueños?
En pocas palabras, el Instituto del Sueño nos explica que «el sueño es una parte integral de la vida cotidiana, una necesidad biológica que permite restablecer las funciones físicas y psicológicas esenciales para un pleno rendimiento». Cuando dormimos poco, solemos despertarnos cansados, sin demasiado ánimo e, incluso, nos podemos encontrar mal.
Necesitamos el sueño para recuperarnos, descansar y tener fuerzas para afrontar el día siguiente. Sin embargo, a veces ocurre algo sorprendente como son los sueños. Películas que se reproducen en nuestra mente mientras dormimos y en las que podemos ser protagonistas, meros observadores o, incluso, reconocer su relación con una experiencia vivida.
No existe una confirmación por parte de la comunidad científica sobre qué son los sueños, pero García Borreguero, doctor del Instituto del Sueño, afirma que «una amplia porción de los expertos considera que los sueños no tienen una función como tal, sino que son meros epifenómenos de un proceso de activación cerebral que tiene lugar de manera periódica a lo largo de la noche».
¿Por qué se producen los sueños?
Como bien continúa explicando el doctor Borreguero, parece que durante la activación cerebral al dormir «se producen procesos de reorganización de la memoria y esto se ve reflejado en un incremento de la ideación mental que nosotros percibimos como sueños». Por lo tanto, estamos ante un fenómeno normal, aunque todavía hay muchas preguntas en el aire.
Por ejemplo, ¿por qué algunas veces nos acordamos de los sueños y otras no? Pues esto depende de varios factores. Se recuerdan mejor los últimos sueños antes de despertar. En el caso de despertarnos debido a un sueño por la noche y volvernos a dormir, las posibilidades de recordarlo se reducen. Por eso, algunas personas suelen apuntarlos en una libreta.
Lo que sí parece estar claro es que muchos sueños tienen que ver con películas o experiencias vivimos durante el día, pues a veces esto influye. El médico Eduard Estivill, también en el Instituto Nacional del Sueño, admite que «las personas que dicen no recordar nunca los sueños duermen bien». Esto quiere decir que solemos soñar siempre, aunque no nos acordemos.
Los sueños no tienen carácter premonitorio
Algo en lo que insisten desde el Instituto Nacional del sueño es en restarle importancia a los sueños. Hay ocasiones en las que en ellos podemos vernos manteniendo relaciones sexuales con otras personas o, incluso, cometiendo actos delictivos sin que esto quiera decir que lo vayamos a hacer en la vida real. Los sueños se deben solo una activación cerebral donde la imaginación se libera.
Conviene ser, por tanto, muy críticos con aquellas búsquedas en Internet que pueden afirmar que si se sueña con que los dientes se caen, quiere decir que se ha producido o se va a producir una pérdida personal. Esto no tiene por qué ser así y en el caso de que sucediese, habría que tildarlo de casualidad. La ciencia no contempla ningún significado para cada tipo de sueño.
¿Pueden soñar los animales?
A veces, las personas que tenemos animales en casa nos sorprendemos cuando duermen y experimentan algún espasmo en su cuerpo o se despiertan de repente sobresaltados. Nos preguntamos, entonces, si ellos pueden soñar y parece ser que sí. Desde el Hospital Veterinario en Asturias se recogen algunos estudios e investigaciones donde los perros, por ejemplo, parece ser que sueñan.
Podríamos aplicar esto para gatos, también, animales que viven con nosotros y que no es extraño ver emitiendo gemidos o haciendo movimientos mientras duermen. Ellos también sufren esa activación cerebral durante la noche que hace que las experiencias durante el día afloren durante su descanso. Una pregunta de la que, al fin, tenemos la respuesta.
La pseudociencia ha intentado explicar los sueños desde una perspectiva idealizada y dando explicaciones a sueños que no ofrecen conclusiones taxativas. Sin embargo, la ciencia sí ha descubierto por qué se producen los sueños, algo que hasta el momento es muy probable que desconociésemos. Una pregunta que al final tiene su respuesta.