Uno de los condimentos más destacados, desde la antigüedad, sin duda ese resulta ser el ajo, principalmente porque se trata de una de las aplicaciones culinarias por sus múltiples propiedades medicinales. Hoy en día, también se le ha considerado un gran opción para prevenir un sin fin de afecciones como aterosclerosis o la reducción de presión arterial.
Allium sativum L., mejor conocido como ajo, es un tipo de especie que pertenece a la familia Liliaceae es originario de Asia y se utiliza para usos culinarios como por sus propiedades terapéuticas. Fue reconocido en las culturas mediterráneas y la Edad Media como una opción curativa para la época de la peste negra, aunque esto suene un poco raro de creer, pero se hizo.
Por supuesto, hoy en día se distribuye en una gran cantidad de lugares, teniendo como principales España, Italia, Egipto, Argentina, México, Estados Unidos, China, India y más. Aunque podemos encontrarlo en un sin fin de lugares, tenemos que destacar que se trata de una de las opciones que después de un tiempo suele no ser tan servible, porque germinan y por ello, hoy te queremos ayudar a que dure por mucho más tiempo.
Procedimiento
Lo primero que haremos será colocar una toalla de papel dentro de una bolsa de papel, pondremos nuestros ajos y la cerramos. Llevaremos a un lugar fresco, oscuro y sin que esté presente la humedad. Esto es de suma importancia para mantener nuestros ajos frescos y libres de cualquier problema.
Es de suma importancia que los ajo no se guarden en lugares húmedos o en el refrigerador, ya que esto hará que germinen y no lo queremos. También tenemos que hacer alusión a que deberás fijarte en tus ajos y si estos presentan alguna mancha negra, entonces será momento de deshacerte de ello.
Si lo deseas, puedes conservar los dientes de ajo por separado o en algún recipiente de cristal, esto también te será de gran utilidad, pero son olvidar la toalla de papel.