La mantequilla es celestial, y aunque tiene muchos mitos endemoniados a su alrededor, no hay nada más delicioso que comenzar el día con un pan tostado, untado con cremosa mantequilla y una cucharada de mermelada de frutas (ya se me hizo agua la boca).
Pero la mantequilla tiene muchos detractores por el hecho de la industrialización que ha sufrido a lo largo del tiempo, pues añaden procesos e ingredientes que pueden ser dañinos para nosotros.
Y como todo en este mundo actual, el saber de dónde viene nuestro alimento nos permite tener una vida mucho más saludable, incluyendo la mantequilla. Por esa razón el día de hoy te voy a enseñar una manera muy sencilla de preparar mantequilla desde casa y sin morir en el intento.
Ingredientes:
1 lt de crema para batir
Hierbas de olor al gusto
Sal de colima
Manta de cielo
Procedimiento:
En un recipiente colocamos la crema para batir recién salida del refrigerador. Batimos a velocidad alta con la batidora de mano o de pedestal. Si es a mano, tomará más tiempo, pero igual lo puedes obtener.
Conforme pase el tiempo, la crema comenzará a tomar una consistencia firme, en ese punto está montada, pero dejaremos trabajar más. Quizá tengas miedo de que se corte, pero justamente es lo que buscamos, que la grasa se separe de los líquidos y sueros de la leche. por eso seguiremos batiendo.
Poco a poco comenzarán a hacerse grumos de color amarillo pálido. En ese momento, pasaremos por una manta de cielo para contener todos los sólidos. Puedes conservar los líquidos para utilizarlos en repostería.
Cuando tengas la mantequilla filtrada, es momento de enjuagar al chorro de agua, y así obtener un sabor más suave. Exprimimos en la manta de cielo y es el momento de “amasarla” para añadir las hierbas aromáticas y la sal. Puede ser con palitas de madera o a mano con guantes.
Colocamos en una recipiente y a refrigeración.