Nunca hay nada mejor que llegar a casa refugiarse de lo que sea que te hayas encontrado en la calle, ya sea una tormenta sumamente cruel, que acabó hasta con tu paragüas o bien de una ola intensa de calor. Y cas siempre nuestra primera parada es la cocina, el lugar donde se encuentran todos nuestros suministros y a veces hasta nuestros remedios para los dolores, ya sean de la garganta, cabeza o lo que sea.
La cocina definitivamente guarda muchos secretos y uno de los favoritos son justamente las bebidas para quitarnos el frío, de esas que tanto se antojan, ya sea en las lluvias de verano, las tardes venteadas de otoño o el más frío de los inviernos. La verdad es que nunca está de más tenerlas a la mano para cuando se ofrezca. Por eso, hoy queremos compartir contigo, nada más y nada menos que una receta para preparar un atole de guayaba con jengibre.
Desde hace miles de años, el atole ha sido una bebida que sirve para apapacharnos el alma y nos ha funcionado tanto a los mexicanos, que ahora no sólo sigue existiendo, además también hay nuevas recetas y combinaciones, que amamos porque aparte de calentarnos nuestro pecho, también nos ayudan a despejar y repeler prácticamente cualquier infección o enfermedad de vías respiratorias, por los ingredientes que podemos usar, que van desde las frutas, hasta las especias.
¿Qué beneficios tiene el atole de guayaba con jengibre?
La realidad es que definitivamente, la receta que te traemos hoy, sí tiene algunas propiedades medicinales, pues como contiene guayaba y jengibre, tu garganta lo agradece enormemente, porque además estos dos ingredientes tienen fama de terapéuticos por su vitamina C, fibra, antioxidantes y en el caso del jengibre, el compuesto químico del gingerol, que ayuda a que la raíz tenga efectos antiinflamatorios y hasta antibióticos.
El atole es una bebida que normalmente se elabora con maíz cocido, molido, diluido en agua o leche y hervido hasta darle cierta consistencia; es típica de México y de otras zonas de América Central. Sin embargo, más allá de esta definición, se trata de una cocción dulce que se tiende a condimentar con especias como el cacao, vainilla, canela, anís, azahar y hojas de naranjo.
Tradicionalmente se endulzaba con piloncillo, azúcar o miel, pero hoy día se le puede agregar estevia o cualquier edulcorante de tu confianza. Algunos de sus sabores naturales más comunes son: la fresa, vainilla, chocolate, guayaba, piña, zarzamora, ciruela, mango, coco, canela, nuez y queso, pero actualmente estos se pueden combinar entre sí o con otros ingredientes, como es el caso de la receta de hoy. Así que ¡manos a la obra!
Ingredientes
3 tazas de agua
1 taza de pulpa de guayaba
Piloncillo o azúcar para endulzar
1 trozo de jengibre sin piel y rebanado
4 cdas. de masa de maíz
Preparación
Coloca al fuego 2 tazas de agua con el jengibre y el piloncillo. Tapa y hierve 8 minutos.
En tanto, licua la pulpa de guayaba con la masa y el resto del agua.
Baja el fuego, retira el jengibre de la olla y agrega poco a poco la pulpa con la masa, moviendo de manera constante.
Cocina a fuego medio hasta que tome la consistencia deseada y sirve.
¡Disfruta!