Estamos en una época en la que desde octubre o muchas veces desde julio, podemos disfrutar del delicioso pan de muerto. Es tanto el consumo del mexicano, que las tiendas aprovechan este gusto para enamorar a los comensales casi por la mitad del año.
Y es que ¿a quién no le gusta un delicioso pan de muerto acompañado de un chocolate caliente? Pues en esta ocasión te compartimos la curiosa historia de cómo surgió y por qué.
Todo se remonta a la época precolombina en donde los aztecas acostumbraban a dar ofrendas o realizar sacrificios para sus dioses. Y uno de los rituales más significativos para esta cultura era en el que acostumbraban a arrancar el corazón de una doncella para después guardarlo en una vasija con amaranto y realizaban una ceremonia en la que el personaje que la oficiaba se comía el corazón. Después, con toda la sangre derramada, se hacía un pan de amaranto.
Después en la época de la conquista, cambió el ritual y la receta comenzó a tomar forma hasta llegar a la que conocemos hoy en día. Agregándole harina de trigo y espolvoreando con azúcar. Fueron pasando los años, los rituales desaparecieron y la receta fue mejorando aún más.
Un delicioso pan hecho a base de harina, azúcar, mantequilla, azahar, naranja y levadura fresca. Este alimento sigue teniendo un significado muy espiritual ya que su forma circular representa el ciclo de vida y la muerte y los cuatro huesitos representan los huesos de los difuntos.
Ahora cada vez que disfrutes de esta delicia, podrás entender el por qué de toda su historia.