Desde hace mucho hemos hecho alusión que alrededor del mundo existe una extensa variedad de alimentos, algunos quizá mucho más conocidos que otros, o bien algunos conocidos simplemente de vista, sin tener mucha idea real de lo que realmente son y eso es precisamente lo que sucede con los búlgaros.
¿Qué son los búlgaros?
Los búlgaros con la unión de microorganismos entre bacterias y levaduras que pueden tener diferentes beneficios. Están hechos completamente de leche, pero básicamente esta en proceso de descomposición y físicamente son unas bolitas blancas que podrían parecer granitos de arroz gelatinosos y húmedos.
Su sabor suele ser ácido, muy similar al del yogur griego, pero con una consistencia mucho más líquida, incluso en algunas ocasiones puede presenta un poco de espuma. Aunque se ha destacado como una opción para consumir sola, también podrían disfrutarse con agua, ya que existe el kéfir de agua, mismo que se produce por medio de hongo típicos. Por su fermentación también podrían disfrutarse con azúcar y no sería extraño.
Beneficios de los búlgaros
Mucho se les destaca por ser una opción ideal para ayudar con los problemas digestivos, gracias al líquido que producen, mejor conocido como kéfir, el cual ayuda por su alto contenido de probióticos. Además son una buena fuente de vitaminas D, B 12 y magnesio. Por si fuera poco, ayudan a nutrir de calcio y algunos otras proteínas.
¿Cómo puedo hacer búlgaros en casa?
Aunque los búlgaros pueden obtenerse desde cero, diversos especialistas no recomiendan hacerlo, principalmente porque podrían crearse algunas otras bacterias, de las cuales no se tiene información exacta, pero que bien podrían afectar la salud mucho más de lo que se imaginan. Pero este motivo, se recomienda adquirir en un mercado o tiendas naturistas que los vendan y adquirir entonces un puñado.
Una vez que los tengas lo recomendable es que los laves primero con agua potable y después los guardes en un recipiente de vidrio los tapes y, los dejes en un lugar oscuro y alejado de la luz. Se recomienda también a temperatura ambiente y después de 24 de horas y listo, tu kéfir estará listo. Posteriormente deberás colarlo y pasarlo a otro recipiente para mantenerlos por más tiempo con leche fresca.
Recomendación: Te sugerimos que cambies entre 24 y 36 horas la leche de los búlgaros para que estos no se contaminen. También deberás evitar que estos tengan contacto con algún utensilio de metal como coladores o cucharas