El equipo inicia su jornada de trabajo a tempranas horas de la mañana, acude al campo para realizar la labor que exija el cultivo en el momento, ya sea siembra, cuidados o cosecha. El producto final es la hoja de maíz con el tamaño ideal para envolver un tamal.
Así, el campo y el esfuerzo de muchos agricultores son lo que hay detrás de la posibilidad de degustar los tradicionales tamales hechos en hoja de maíz.
“Toma de 140 a 150 días alistar las hojas de maíz para tamal, desde que se siembra la semilla, hasta que se seca la hoja”, cuenta Luis Pérez, agricultor y propietario de la empresa Hoja de Maíz.
Ubicado al norte de Veracruz, en la región de Totonacapan que rodea la ciudad prehispánica de El Tajín, Pérez cuenta que producir la hoja de maíz es un proceso que enfrenta diversos riesgos, por los fenómenos climáticos, mientras que el gremio también tiene el reto de organizarse mejor para la venta en volumen.
Los vientos fuertes se presentan casi cada año, lamenta Pérez.
“De agosto a octubre, prácticamente rezamos a los santos para que no venga un fuerte viento, o un huracán, porque la planta de maíz es muy susceptible. Si viene un viento fuerte, de arriba de 100 kilómetro por hora, se puede perder más de la mitad (de la cosecha) y eso es algo catastrófico para nosotros”, explica.
En el caso de las sequías, el ingeniero agrónomo expuso que éstas pueden presentarse en su región cada 2 o 3 años, en cuyo caso les baja la producción entre un 20% y un 30%.
Respecto a las oportunidades de organizarse mejor, Pérez cuenta que en la región de Totonacapan carecen de alguna estructura que los organice para atender mejor la alta demanda de hoja de maíz y vender en mayores volúmenes a los distribuidores.
Una hoja especial
La hoja que cosechan en la empresa Hoja de Maíz, para envolver tamales, corresponde a las hojas de una clase de grano que no es comercial ni genéticamente modificado, según el productor Luis Pérez.
El cultivo exige un control de plagas, para que el producto final sea una hoja sin daños físicos y grande, lo que entre agricultores llaman “hoja de calidad”.
En su caso, Hoja de Maíz vende localmente el grano que cosecha, así como los olotes. Las hojas de maíz sí son vendidas a acopiadores o a distribuidores para la el abasto nacional e incluso internacional.
La hoja de tamal es un producto que tiene demanda todo el año, pero se incrementa durante las festividades de La Candelaria y el Día de Muertos
“Para nosotros es una satisfacción dedicarnos a un cultivo que genera empleos y que además no hace daño a la naturaleza”, cuenta Pérez.
Damos empleo no solo a hombres en el campo, sino a mujeres en el acomodo de las hojas, y a personas de la tercera edad, describe el empresario.
Además, no se genera desperdicio, ya que las hojas pequeñas son utilizadas como alimento para animales, o para artesanías, presume.
La región de Totonacapan lleva unos 30 años en la producción de hoja de maíz y en los últimos 10 años de esta trayectoria, la compañía Hoja de Maíz ha estado presente.