La cáscara de huevo es una de las más ricas fuentes de calcio de forma natural y si eres una de las personas que regularmente las tira a la basura al creer que no puede tener más usos, estás recurriendo a un grave error. Ese cascarón puede servir para las plantas en macetas, jardines o huerto casero al fungir como un poderoso fertilizante que además agrega nutrientes a la tierra.
Algunas de las bondades del huevo que se extienden hasta su cascarón permiten nutrir de propiedades a la tierra y el huerto en general, puede combatir plagas y reducir la acidez del suelo, así como contribuir a una buen filtración para que las plantas o cultivos en general crezcan sanos y fuertes.
Aprovecha esos minerales que hay detrás de la cáscara de huevo y convertirlos en una fuente de nutrición natural y ecológica para los cultivos que seguro tienes en el hogar, te explicamos la guía paso a paso para que puedas convertirlos en un fertilizante económico y de mucho provecho.
¿Cómo se hace el fertilizante de cáscara de huevo?
Debes de contar con mínimo 10 cascarones, previamente lavados sin restos de clara o yema. También es importante que los dejes secar unos días antes, mantenlos en un lugar a temperatura ambiente y fresco, luego deberás moler con medio litro de agua hasta pulverizarlos.
Vacía la preparación en una cubeta y mezcla con otro litro de agua, riega tus cultivos con esta agua preparada. Es una mezcla que puedes hacer al menos una vez por semana, dependiendo de la variedad de cultivo ya que existen algunos que necesitan en mayor o menor cantidad.
Así es la forma tan sencilla y práctica en la que puedes crear un fertilizante con cáscaras de huevo y comenzar a nutrir tus cultivos con el cúmulo de minerales que se extienden hasta el cascarón de esta proteína. Ahora llegado el momento de preparar está solución ecológica y económica.