Sin dudar ni un segundo muchas de las cosas que hoy soy, es gracias a mi mamá. Muchos de los hábitos y maneras los aprendí de ella. Y aunque estoy convencida que muchas veces quiso darme más de un zape siempre le estaré agradecida por alentarme a cumplir mis metas y no dejar que me rindiera.
Antes de que me ponga a llorar y en exceso sentimental, quiero enseñarles una deliciosa receta que seguramente será un excelente detalle para este 10 de mayo donde, la mayoría de nosotros, celebramos la existencia y la infinita paciencia de nuestra querida madre.
Ingredientes para la masa:
1 tz de harina
25 g de azúcar
1 pizca de sal
1 pz de huevo
100g de mantequilla
Ingredientes crema pastelera:
3 yemas
75g de azúcar
30g fécula de maíz
500ml leche
Vaina de vainilla
Frutas al gusto.
Procedimiento masa de tarta:
En una mesa, formar un volcán con harina, azúcar y sal.
Incorporar la mantequilla fría hasta tener una textura terrosa.
Añadir un huevo y mezclar muy poco hasta incorporar. Refrigerar.
Extender la masa de la tarta sobre moldes pequeños y hornear a 180'c por 20 minutos.
Procedimiento crema pastelera:
En un recipiente, mezclamos azúcar y tres yemas hasta esponjar. Incorporamos la fécula de maíz sin dejar grumos.
Vertemos poco a poco y sin dejar de mover a la leche hirviendo aromatizada con vainilla.
Dejar a fuego medio hasta espesar.
Rellenar las tartas y decorar con frutas al gusto.