Al parecer la lluvia ya no dará tregua en estas tardes de primavera, pues desde hace varios días los habitantes de diferentes partes de la ciudad han tenido que salir preparados con chamarra, impermeable y paraguas para no verse sorprendidos por las lluvias y el frío. Para esos días en los que el clima no te ha favorecido y llegas a casa después de una jornada pesada, nada mejor que consentirte con una bebida tradicional mexicana que te aliviará un poco y te reconfortará.
El atole es una bebida caliente y espesa que se elabora con diferentes ingredientes, es una de las bebidas tradicionales y más populares de México, en las que cada región de la República Mexicana se prepara de diferente forma haciendo que ésta sea muy variada en sus sabores. En algunas partes del país es endulzada con piloncillo o miel y en otras solo se añade azúcar. Además de que existen muchas recetas que se pueden elaborar con agua o con leche.
El origen de esta famosa bebida se remonta a la época prehispánica. De acuerdo con la información del Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía, menciona que existen datos históricos en donde el fray Bernandino de Sahagún registró en 1565 que los indígenas vendían atoles calientes y fríos, los cuales eran preparados con masa de maíz molido o tostado, los cuales se les llamaban atol o atolli.
En la actualidad existen muchas variedades de atoles, mismos que se pueden preparar de la forma tradicional o alternativos con la mezcla de diferentes frutas y otros ingredientes. En esta nota te diremos cómo puedes elaborar un exquisito atole de guayaba con avena. Toma nota del procedimiento completo.
Atole de guayaba con avena
Ingredientes
7 piezas de guayabas medianas
1 Lt de leche entera
1 Lt de agua
1 taza de hojuelas de avena
2 cdas de esencia de vainilla
375 gr de leche condensada
1 varita de canela
Preparación
Comienza por lavar muy bien las piezas de guayaba, corta en trozos pequeños y colócalos en una olla junto con 500 ml de agua. Lleva al fuego y deja cocinar a fuego medio por 15 minutos aproximadamente.
En una licuadora, añade las hojuelas de avena y procesa hasta que obtengas una especie de harina. Llévala a un recipiente y añade el agua restante (500 ml) y mezcla muy bien hasta que no queden grumos.
Una vez que las guayabas comiencen a hervir retira del fuego, deja enfriar por un par de minutos y llévalas a la licuadora junto con su jugo y una taza de leche. Licúa hasta que quede perfectamente molida. Cuela y reserva en un recipiente.
En una olla añade el resto de leche, añade la canela y deja cocinar hasta que comience a hervir. Una vez que suelte hervor añade el extracto de guayaba, añade esencia de vainilla y mezcla muy bien. Mantén a fuego medio alto, cuando suelte en hervor nuevamente añade la preparación de avena. Revuelve constantemente hasta que tome espesor, mantén la preparación a fuego medio y añade la leche condensada en forma de hilo y sigue mezclando.
Cuando tome la consistencia deseada, retira del fuego y sirve en una taza. Ahora sí, disfruta de esta bebida tradicional.