El concepto del amor romántico es tan diverso como las personas que lo experimentan. Mientras para algunos significa comprometerse con una única persona de por vida, para otros, el amor romántico va más allá de la monogamia. En este artículo, exploraremos las diferencias entre las relaciones abiertas y el poliamor, dos términos que a menudo se entremezclan, pero que encierran prácticas y filosofías distintas.

Diferencias Fundamentales:

El amplio espectro de relaciones románticas abarca desde la monogamia hasta el poliamor y las relaciones abiertas. Cada una de estas formas tiene su propia complejidad, definida por los términos y condiciones acordados entre las partes involucradas. La clave radica en la comunicación efectiva y la construcción de acuerdos mutuos.

Según el portal Polyamory Society, el poliamor es una filosofía que implica amar de manera honesta, no posesiva y responsable a varias personas simultáneamente. Esta práctica abarca una gama amplia de conexiones emocionalmente íntimas, que pueden o no incluir aspectos sexuales, en relaciones tanto heterosexuales como homosexuales. En el poliamor, el amor se concibe como un vínculo afectivo serio con más de una persona.

Por otro lado, las relaciones abiertas, según explica el portal Brides, son aquellas en las que la pareja no mantiene una exclusividad, permitiéndose mantener relaciones fuera de la pareja. Estas conexiones pueden o no ser románticas, sexuales o afectivas, y las parejas establecen acuerdos que se adaptan a sus necesidades y deseos.

Diferencias en la Práctica:

La terapeuta sexual y de relaciones, Renee Divine, menciona algunas diferencias prácticas entre las relaciones abiertas y el poliamor. En el poliamor, el objetivo es enamorarse de varias personas al mismo tiempo, sin necesidad de establecer jerarquías en el afecto. En cambio, las relaciones abiertas pueden centrarse más en las conexiones sexuales fuera de la relación principal, manteniendo la relación primaria como una prioridad.

En las relaciones poliamorosas, todos los involucrados pueden pasar tiempo juntos sin problemas, mientras que en las relaciones abiertas, se busca satisfacer necesidades que quizás no se encuentran en la pareja. Además, las parejas pueden decidir tener encuentros sexuales juntas o por separado, compartiendo o reservándose sus experiencias externas.

Conclusiones:

En última instancia, la clave para ambos tipos de relaciones radica en la claridad de expectativas y necesidades. La comunicación abierta y la definición de límites son fundamentales, independientemente de si se elige explorar las complejidades del poliamor o las conexiones más abiertas. En un mundo donde el amor se manifiesta de diversas maneras, comprender estas diferencias puede abrir nuevas perspectivas y fortalecer las bases de las relaciones románticas.