Uno de los platillos más sencillos y rápidos de preparar para la comida son las pechugas empanizadas.
Sin embargo, si buscas elevar esta comida y dejar impresionados a tus comensales, te sugerimos añadir queso para crear unas deliciosas pechugas gratinadas. Aquí te presentamos una receta fácil para hacerlo.
El secreto para unas pechugas gratinadas perfectas está en la selección del queso. Para asegurarnos de obtener una capa superior dorada y crujiente, es importante elegir quesos con un alto contenido de grasa que se fundan bien.
Recomendamos combinar dos tipos de queso: uno que se funda fácilmente y otro que permita obtener una cobertura dorada y crujiente.
Una excelente opción es utilizar queso mozzarella y queso parmesano. Estos quesos no solo se derriten bien, sino que también añaden un sabor y textura ideales para tus pechugas.
Para lograr el efecto gratinado, es esencial aplicar calor desde arriba, por lo que se recomienda el uso de un horno eléctrico o un horno convencional con función de gratinado.
Ingredientes
4 filetes de pechuga de pollo
Sal y pimienta al gusto
Harina (la necesaria)
2 huevos (batidos)
Pan molido (el necesario)
200 gramos de queso mozzarella
100 gramos de queso parmesano
Aceite para freír
Preparación
1. Sazona tus pechugas con sal y pimienta al gusto.
2. Cubre tus pechugas con harina y después báñalas con el huevo batido.
3. Deja reposar tus pechugas por 30 minutos en refrigeración para que el pan se adhiera bien a la carne.
4. Fríe las pechugas empanizadas en un sartén con suficiente aceite.
5. Cuando la pechuga esté bien cocida y el pan esté dorado y crujiente, retira del aceite.
6. Elimina el exceso de grasa con papel absorbente y reserva.
7. Ralla los quesos y coloca una buena porción sobre tus pechugas.
8. Hornea a 200 grados por 10 minutos con calor por arriba para gratinar el queso.
9. Sirve y disfruta.