Las salsas son una guarnición que los mexicanos amamos profundamente. Son populares porque agregan un toque único y espectacular a muchos platillos, como carnes y tacos. Una de las salsas más destacadas para la carne es la salsa de cascabel.
Algunos podrían pensar que nuestra afición por las cosas picantes es exagerada y podrían llamarnos locos, sin embargo, el amor que sentimos por los sabores picantes es difícil de entender para quienes no comparten nuestra pasión.
El chile cascabel, en particular, es una variedad rara y especial que le añade un toque perfecto a nuestros platillos.
El chile cascabel es una variedad de chile seco de la especie Capsicum annuum. Tiene una apariencia redonda y un color que varía de pardo oscuro a rojizo café. Su nivel de picante está entre 1,300 y 2,000 en la escala de Scoville (SHU), lo que lo hace ideal para dar un sabor especial a las recetas.
Aunque algunos no lo consideren extremadamente picante, puede ser más ligero que otras salsas. Es recomendable ajustar la cantidad de chiles según el nivel de picante que prefieras.
Ingredientes
• 10 chiles cascabel
• 2 chiles guajillo (previamente remojados en agua caliente)
• 2 chiles anchos
• 6 tomates verdes
• 1 tza de agua
• 1 cubo de concentrado de tomate de pollo
• 1 cda de sal con cebolla en polvo
• 2 cdas de aceite de maíz
Preparación
1. Pondremos a calentar en una olla los tomates con los chiles y un poco de agua.
2. Dejamos por unos minutos.
3. Llevaremos posteriormente a una licuadora con el agua y el concentrado.
4. Dejamos hasta tener una mezcla homogénea y posteriormente llevaremos a una olla caliente.
5. Dejamos freír por unos 10 minutos.
6. Retiramos del fuego y dejamos enfriar.