Los huevos benedictinos son un desayuno clásico que encantará a tu familia o amigos. Aunque son populares en Inglaterra, también han ganado relevancia en Francia para el desayuno y el almuerzo. Aunque parecen complicados, en realidad son bastante sencillos de preparar.
El secreto de su sabor espectacular es la salsa holandesa, una emulsión de mantequilla clarificada batida con limón y un poco de vinagre. Es similar a una mayonesa, pero con mantequilla en lugar de aceite, lo que le da un sabor más intenso. Te enseñamos cómo prepararlos.
Ingredientes
Para los huevos:
• 4 huevos
• 1/2 cucharada de vinagre
• 1 cucharadita de sal
Para la salsa holandesa:
• 2 cucharadas de vinagre blanco
• 1/2 cucharadita de hojas de estragón
• 5 granos de pimienta triturados
• 1 cucharada de agua
• 3 yemas de huevo
• 200 g de mantequilla derretida y tibia
• Gotas de jugo de limón al gusto
• Sal y pimienta al gusto
Preparación
1. Para la salsa holandesa:
• En una olla, mezcla el vinagre blanco, el estragón, la pimienta y el agua. Cocina a fuego medio hasta que el líquido se reduzca a la mitad. Cuela la mezcla y deja enfriar.
• En un recipiente de acero inoxidable, mezcla las yemas con la reducción de vinagre. Coloca el recipiente a baño maría a fuego alto y bate con un batidor de globo hasta que espese.
• Sin dejar de batir, añade la mantequilla derretida lentamente. Agrega sal, pimienta y gotas de limón al gusto. Retira del fuego y reserva.
2. Para los huevos pochados:
• En una olla con agua, añade el vinagre y la sal. Rompe cada huevo en un bol pequeño, cuidando de no romper la yema.
• Remueve el agua en la olla para formar un remolino y agrega un huevo al centro. Cocina de tres a cinco minutos y retira con una espumadera.
3. Para servir:
• Coloca los huevos pochados sobre pan tostado. Puedes acompañar con trocitos de tocino frito y, finalmente, baña con la salsa holandesa.