El 'baby-led weaning' (BLW), o alimentación dirigida por el bebé, es un método en el que los bebés de seis meses comienzan a comer alimentos sólidos por sí mismos, en lugar de ser alimentados con purés. Aunque este enfoque promueve que el bebé controle su saciedad y explore diversas texturas y sabores, existe controversia sobre sus beneficios y riesgos.
Los defensores del BLW argumentan que permite al bebé regular mejor su ingesta y familiarizarse con diferentes alimentos. No obstante, se plantean preocupaciones sobre el riesgo de asfixia y deficiencias nutricionales. Los estudios científicos disponibles ofrecen evidencia limitada y no concluyente.
Aunque no se ha demostrado que el BLW reduzca el riesgo de obesidad en comparación con la alimentación tradicional, algunos estudios sugieren que puede fomentar un destete exitoso y una mayor aceptación de alimentos. Sin embargo, los expertos señalan que no hay un consenso claro sobre cuál método es mejor, y recomiendan adaptar la alimentación a las necesidades y habilidades individuales del bebé.
En resumen, tanto el BLW como la alimentación tradicional tienen sus ventajas y desventajas. La elección del método debe considerar las preferencias y la seguridad del bebé, siempre bajo la guía de profesionales de la salud.