Los ataques de ansiedad, que pueden ser inesperados y abrumadores, son difíciles de manejar, pero existen técnicas recomendadas por psicólogos que pueden ayudar a controlarlos de manera eficaz. Aquí te presentamos dos herramientas clave:

1. Técnica de respiración profunda

La respiración profunda es una estrategia efectiva para calmar el cuerpo y reducir la ansiedad. Durante un ataque, la respiración se vuelve rápida y superficial, lo que intensifica los síntomas. Al respirar profundamente, activas el sistema nervioso parasimpático, lo que genera una respuesta de calma. Para practicar:

-Encuentra un lugar tranquilo.
-Inhala lentamente por la nariz durante cuatro segundos, dejando que tu abdomen se expanda.
-Mantén el aire durante cuatro segundos.
-Exhala lentamente por la boca durante seis segundos.
-Repite de tres a cinco veces hasta que sientas que tu ansiedad disminuye.

2. Reestructuración cognitiva

Esta técnica, parte de la terapia cognitivo-conductual, ayuda a cambiar pensamientos negativos que contribuyen a la ansiedad. Durante un ataque, los pensamientos suelen volverse catastrofistas. La reestructuración cognitiva busca identificar esos pensamientos y reemplazarlos con perspectivas más equilibradas. Para practicar:

-Reconoce los pensamientos ansiosos.
-Desafía su validez, preguntándote si son realistas.
-Reformula tus pensamientos con afirmaciones más racionales, como “esto es temporal y puedo manejarlo”.
-Refuerza tus pensamientos positivos con autoafirmaciones.

Estas técnicas son herramientas útiles para manejar los ataques de ansiedad, brindando calma y claridad en momentos de angustia. Si los ataques persisten, es importante buscar ayuda de un