Un reciente estudio publicado en Nature revela que las personas con depresión poseen una red cerebral casi el doble de grande que las personas sin esta condición. Esta red, conocida como la red de saliencia frontoestriatal, conecta áreas claves del cerebro relacionadas con la toma de decisiones y la regulación del estado de ánimo. El equipo internacional, liderado por los investigadores Charles Lynch y Conor Liston de la Universidad Cornell, identificó este aumento en tamaño mediante una innovadora técnica de mapeo funcional de precisión.
La red de saliencia ayuda a procesar estímulos relevantes y coordina el comportamiento orientado a objetivos. Aunque el tamaño de esta red se mantiene estable, independientemente de los episodios depresivos o de los tratamientos aplicados, los investigadores descubrieron que su funcionamiento cambia, especialmente en momentos de ansiedad o pérdida de deseo. Estos hallazgos apuntan a que la depresión afecta cómo se comunican las áreas cerebrales, lo que podría influir en los síntomas emocionales de la enfermedad.
Aunque la investigación sugiere una base genética para esta expansión cerebral, también reconoce el impacto de factores ambientales. Los autores subrayan que, aunque los escáneres cerebrales no se utilizarán para diagnosticar la depresión en el corto plazo, estos avances podrían ayudar a personalizar tratamientos como la estimulación magnética transcraneal.