Un estudio reciente de la Universidad de Harvard ha revelado que la gratitud, un hábito sencillo pero transformador, está estrechamente relacionado con la felicidad y la longevidad en las mujeres. Publicada en la revista JAMA Psychiatry, la investigación analizó a más de 49,000 mujeres mayores de 79 años del Nurse's Health Study y encontró que aquellas que practicaban la gratitud regularmente tenían un menor riesgo de mortalidad por todas las causas.
La Dra. Ying Chen, una de las autoras del estudio, explica que la gratitud no solo mejora el bienestar emocional, sino que también impacta positivamente en la salud física. Este hábito ayuda a mitigar el estrés y las emociones negativas, reduciendo el riesgo de enfermedades mentales y físicas. Agradecer incluso las pequeñas cosas diarias puede llevar a una vida más saludable y prolongada.
El profesor Arthur Brooks, experto en felicidad de Harvard, recomienda la "caminata de la gratitud", una técnica que consiste en caminar diariamente mientras reflexionas sobre aspectos positivos de la vida. Este método no solo mejora la salud física, sino que también fomenta el optimismo y una mentalidad positiva.
Para comenzar a practicar la gratitud, se puede empezar escribiendo en un diario o dedicando unos minutos cada día a reflexionar sobre lo bueno en la vida, ya sean personas, momentos o experiencias. Este hábito puede ayudar a gestionar el estrés, disfrutar del presente y desarrollar resiliencia ante los desafíos.
El estudio subraya que la felicidad no solo depende de factores externos, sino de cómo valoramos y agradecemos lo que tenemos. A medida que más investigaciones confirmen estos hallazgos, la gratitud podría convertirse en un pilar esencial para una vida plena y saludable.