El 24 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Tiroides, una fecha dedicada a crear conciencia sobre esta enfermedad y fomentar diagnósticos oportunos. El cáncer de tiroides, el quinto más común entre las mujeres, se origina cuando las células de la glándula tiroides proliferan de manera descontrolada. Aunque puede no presentar síntomas en etapas iniciales, el avance de la enfermedad puede manifestarse a través de nódulos en el cuello, pérdida de voz o dificultades para tragar, según Karina Danilowicz, jefa de Endocrinología del Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires.
Para prevenir esta enfermedad, se sugieren medidas como perder peso, reducir el consumo de alcohol y dejar de fumar. En las últimas dos décadas, se ha observado un aumento en los diagnósticos de cáncer de tiroides, posiblemente por el uso más amplio de ecografías que facilitan su detección. El diagnóstico se confirma mediante una biopsia de un nódulo tiroideo, que puede ser detectado por el paciente o un profesional de la salud.
El tratamiento principal es quirúrgico, y actualmente se considera la extirpación total o parcial de la tiroides, además de la vigilancia activa para ciertos casos. Los factores de riesgo incluyen ser mujer, tener entre 30 y 60 años, historial familiar de la enfermedad, exposición a radiación, enfermedades tiroideas preexistentes, deficiencia de yodo en la dieta y factores hormonales.
Conocer estos riesgos es fundamental para facilitar la detección temprana y mejorar el pronóstico de quienes puedan verse afectados por esta enfermedad.