El durazno, originario de China y cultivado en México desde la época de la conquista, no solo es apreciado por su delicioso sabor, sino también por sus múltiples beneficios para la salud. Este fruto versátil, utilizado en ensaladas, postres y jugos, destaca por su alto contenido de potasio, vitamina A, vitamina C, ácido fólico y calcio.
Los expertos de Poder del Consumidor señalan que el durazno es rico en fibra, lo que ayuda a mejorar la digestión y previene el estreñimiento. Además, su bajo contenido de sodio y alto nivel de potasio contribuyen al control de la presión arterial, lo que puede ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares.
Las propiedades de la vitamina A en el durazno benefician la salud dental, de los tejidos y los huesos, y también ayudan a prevenir problemas oculares. Su consumo regular se ha asociado con la reducción del riesgo de enfermedades respiratorias y degenerativas, incluyendo el cáncer y el Alzheimer.
Asimismo, el durazno es ideal para quienes realizan actividad física, ya que ayuda a prevenir calambres y fatiga muscular. Su adaptabilidad en diversas recetas y su riqueza nutricional hacen del durazno una opción excelente para una alimentación saludable.