El café, una bebida cotidiana para millones, puede tener efectos negativos en la salud renal si se consume en exceso. Aunque una ingesta moderada de hasta tres tazas al día no aumenta significativamente el riesgo de enfermedades renales, la cafeína puede ser problemática para quienes ya padecen condiciones renales.
La cafeína, como estimulante, puede provocar un aumento temporal en la presión arterial, lo que añade presión a los riñones, según la National Kidney Foundation. Es importante también considerar los ingredientes añadidos al café, como azúcar y crema, que pueden contribuir a problemas como la diabetes y la hipertensión, ambos relacionados con la salud renal.
El café tiene un efecto diurético que puede aumentar la frecuencia de la micción. Si bien esto no suele causar deshidratación en personas sanas, quienes tienen problemas renales deben ser precavidos. Mantener una adecuada hidratación es vital para la función renal, y un consumo excesivo de café podría afectar este equilibrio.
A pesar de sus antioxidantes y posibles beneficios para la salud, la genética y el estado de salud individual juegan un papel importante. Aquellos con enfermedad renal avanzada deben seguir las recomendaciones de su médico sobre el consumo de cafeína y líquidos.