Las mandarinas son una excelente opción para incorporar a nuestra dieta diaria debido a sus múltiples beneficios para la salud. Ricas en vitamina C, potasio, flavonoides y antioxidantes, estas frutas no solo refuerzan el sistema inmunológico, sino que también tienen efectos antiinflamatorios, antihipertensivos y diuréticos. Además, ayudan a eliminar metales pesados como el plomo y el mercurio del cuerpo, favorecen la absorción del hierro y protegen contra enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
Aunque se pueden disfrutar en cualquier momento del día, los especialistas en salud recomiendan consumir mandarinas por la noche para aprovechar mejor sus propiedades. Su aroma cítrico tiene un efecto relajante sobre el cuerpo, lo que favorece el proceso de sueño. Además, su bajo contenido calórico facilita la digestión y su acción antioxidante contribuye a un descanso adecuado, ayudando a que el cuerpo se recupere y reponga energías durante la noche.
Incorporar una mandarina antes de dormir no solo es una deliciosa opción para concluir el día, sino también una forma de promover un descanso reparador y optimizar la salud en general.