El uso de aceites para desmaquillar las pestañas puede parecer una opción práctica debido a su capacidad para disolver rápidamente maquillajes a prueba de agua, como el rimel o el delineador. Sin embargo, este tipo de productos no siempre es lo más adecuado para la delicada zona ocular.
El aceite puede ser demasiado denso y pesado, lo que puede afectar la salud de las pestañas a largo plazo. El contacto frecuente con aceites puede debilitar las pestañas, reduciendo su elasticidad y causando caída prematura. Además, el área de los ojos es especialmente sensible, y la piel que rodea las pestañas es más fina que en otras zonas del rostro. Esto aumenta el riesgo de irritación, infecciones e inflamación si el aceite entra en contacto con los ojos.
Otro problema es que los aceites no siempre se eliminan completamente. Los restos de aceite que quedan sobre las pestañas pueden atraer polvo y suciedad, lo que podría obstruir los folículos pilosos y dificultar el crecimiento de las pestañas. También podrían interferir con la eficacia de otros productos cosméticos o tratamientos para los ojos.
Para evitar estos problemas, es recomendable optar por desmaquillantes diseñados específicamente para la zona ocular. Los desmaquillantes bifásicos, por ejemplo, combinan una base acuosa y oleosa, lo que permite remover eficazmente tanto maquillajes a base de agua como a base de aceite sin dañar las pestañas. Otras alternativas como geles o cremas de limpieza ocular también son opciones más suaves y efectivas, protegiendo la salud de las pestañas y la piel circundante.
Al elegir productos especializados para desmaquillar los ojos, aseguras una limpieza más segura y completa, evitando daños a las pestañas, la piel sensible de los ojos y reduciendo el riesgo de irritaciones e infecciones.