Cada 16 de abril se conmemora el Día Mundial de la Voz, establecido por la Federación de Sociedades de Otorrinolaringología. Esta jornada busca generar conciencia sobre la relevancia del uso adecuado de la voz, así como fomentar hábitos que prevengan afectaciones en las cuerdas vocales, como la afonía y la disfonía.
¿Qué es la afonía?
La afonía es una alteración que implica la pérdida total o parcial de la voz. Puede manifestarse de forma gradual o súbita, y responde a diversas causas. Afecta directamente a las cuerdas vocales y suele aparecer en personas que elevan la voz con frecuencia. En otros casos, la afonía puede estar relacionada con lesiones o enfermedades que afectan la laringe, lo que agrava su impacto sobre la función vocal.
¿En qué consiste la disfonía?
La disfonía es otra condición que altera la calidad de la voz, y suele derivarse del mal uso de esta. La inflamación o irritación de las cuerdas vocales puede derivar en lesiones como nódulos o pólipos. Este tipo de problema es común en cantantes, docentes y otros profesionales cuya labor depende del uso constante de la voz.
La voz como puente para la comunicación
La voz es el principal canal mediante el cual las personas transmiten ideas y sentimientos. Gracias a ella se establece el contacto con los demás, lo que permite construir vínculos sociales. En el ritmo acelerado de la vida actual, muchas personas desarrollan trastornos vocales, sobre todo quienes fuman o usan la voz de forma intensiva en su trabajo. Por eso, resulta recomendable acudir al otorrinolaringólogo de forma preventiva y no solo ante la aparición de síntomas.
El rol de la logopedia en la salud vocal
La intervención de profesionales en logopedia es clave para mantener la salud de la voz. Datos relevantes indican que entre el 5 % y el 10 % de los adultos en países desarrollados, especialmente entre los 25 y 45 años, presentan alteraciones vocales. Esta disciplina es también fundamental para personas con discapacidad auditiva, ya que aborda desde problemas en la emisión vocal hasta la adquisición del lenguaje.
Voz y discapacidad auditiva
Las personas con hipoacusia o sordera suelen desarrollar un patrón vocal con alteraciones en tono, timbre e intensidad. Además, pueden presentar descoordinación entre respiración y fonación, así como uso excesivo del falsete por esfuerzo muscular. El trabajo terapéutico en estos casos busca:
- Mejorar la voz residual mediante ejercicios respiratorios y control del aire para reducir tensiones laríngeas.
- Corregir irregularidades como la monotonía vocal o el tono agudo, provocadas por la falta de retroalimentación auditiva.
- Promover el uso combinado de la lengua de señas y la vocalización para enriquecer la comunicación.
Prevención y técnicas para un uso vocal saludable
Evitar afecciones como nódulos o disfonías por sobreuso requiere enseñar técnicas vocales seguras. Entre las estrategias más efectivas destacan:
Prácticas de resonancia: estimulan la conciencia del sonido mediante vibraciones táctiles.
Dispositivos visuales: permiten observar el tono y la intensidad de la voz en tiempo real para mejorar el control fonatorio.
Trabajo coordinado: la colaboración entre especialistas en audiología, otorrinolaringología y logopedia, junto con el apoyo familiar, permite ajustar dispositivos auditivos y reforzar aprendizajes.
En este Día Mundial de la Voz, se invita a valorar esta herramienta vital de comunicación, a estar atentos ante cualquier cambio vocal y a acudir con profesionales capacitados. La logopedia no solo restaura habilidades vocales, sino que también fortalece la capacidad de comunicación en personas con sordera, favoreciendo su desarrollo integral.