Hay quienes quieren ponerle al PRI la etiqueta de democrático, ya que dicen se trata de dos vueltas, pues hay una primera etapa de afiliación, que terminó este domingo, y una segunda que es la votación.
La realidad es que esta modalidad se usa para conocer la fuerza real del priismo local, y conocer sus posibilidades en el 2012.
Es ingenuo pensar que la corriente de Maricela Sánchez Cortés, o bien la de Amado Orihuela Trejo, se subordinarán una vez que cualquiera de estos dos pierda la elección interna. Por el contrario, ambos bandos amenazan con fracturar o al menos tomar revancha.
Incluso ayer ya se hablaba de la posibilidad de que si el binomio Sánchez Cortés y Del Valle Reyes no sale victorioso, entonces, con su capital político, podrían emigrar a otro partido para pelear el Gobierno del Estado en el 2012.
La elección de este noviembre trae consigo varias cosas, ya que será en la misma donde se definirán muchos intereses, pero la más importante, la candidatura a gobernador.
Un grupo presiona para impulsar a Guillermo del Valle Reyes a la anhelada candidatura, tal y como se ha dicho ya en otros medios de comunicación; y el otro, el que conduce el líder cañero Amado Orihuela Trejo, pactó con el joven edil capitalino Manuel Martínez Garrigós. Es decir, llegado el momento tendrá el apoyo del diputado local con licencia y su corriente.
El PRI se fractura, de eso no hay duda, porque hace todavía 10 años, la profesora Sánchez Cortés tenía consigo a la militancia, fueron sus errores como dirigente del partido lo que ha provocado el desgaste de su imagen, al igual que la de su compañero Guillermo del Valle Reyes.
En esta contienda han metido las manos partidos políticos, que se juegan su futuro, pues la idea es apostarle a una alianza con el Revolucionario Institucional en el 2012 para tener espacios en la próxima Legislatura y en algunos municipios.
Y es que como lo anunciamos al principio “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”, porque a través de los años los priístas no han entendido que la política actual exige honestidad, y esta elección interna se está distinguiendo por los millones de pesos que cada uno de estos grupos está erogando, ya sea en la compra de voto o en la entrega de despensas.
Por otro lado, en el PRI surgió una tercera opción, el diputado federal Jaime Sánchez Vélez, al que desde un principio se le dio por muerto, pero la realidad es que a base de recorrer los municipios y sus localidades ha logrado conformar una corriente, que según lo dicho ayer en rueda de prensa por los operadores de Amado Orihuela, éste ha logrado registrar casi el mismo número de afiliados al partido que el grupo de Sánchez Cortés. Claro, hay que decirlo, estos datos son del grupo de Orihuela Trejo, por eso debemos tomar nuestras reservas.
Los próximos días serán importantes, porque en una competencia democrática normal, si Amado Orihuela resulta con casi el 60% de los registros, tal y como lo anunció ayer en rueda de prensa su equipo, pues entonces no tendría razón la elección interna, ya que ésta sólo implicaría gastos, se sabría con anticipación que ganó. Pero el caso es que el otro grupo, invocando la palabra democracia, buscaría ir a la elección.
Viene un trecho largo por recorrer, no por el tiempo, son casi 20 días, sino porque los manotazos en la mesa de la Comisión de Procesos Internos estarán muy fuertes, ni tampoco se pueden descartar actos vandálicos de las planillas perdedoras. Todo es posible en el PRI.
De otras cosas..
¿Recuerda usted a los tres custodios que perdieron la vida por llevar a declarar a los juzgados a un reo de apellidos Chávez Tracconi? Pues no tenían seguro de vida, fueron timados por el Gobierno del Estado, que tiene a sus familiares vuelta y vuelta…