No hacía falta estar ahí, desde siempre sus amigos lo han acompañado incluso en la lejanía. Es de los seres humanos a quienes hay que aprender, de los políticos que escuchar y del servidor público con una condición tan extraviada como vital: de convicción.
Habrá los que digan o se pregunten del por qué quemar tanto incienso a un legislador de una Cámara que no ha sido brillante. Bueno, habrá de revisar trabajo por trabajo de los 30 que la componen. Un servidor no analiza si lo que hizo Cornejo fue bueno o malo, simplemente coloca en la hoja de este impreso una de las varias tareas realizadas: la Comisión de Apoyo a los Trabajos del Bicentenario de la Independencia y la Revolución Mexicana. No tenemos ninguna obligación de guardar cortesías con instancias que coadyuvaron en estas tareas, pero fue Luis Arturo Cornejo, el diputado, el que logró en tiempos difíciles lo que pocos: conjuntar criterios de artistas, intelectuales, historiadores, cronistas, gente común en un modelo que debía dejar huella porque se va a repetir, va a suceder, pero tienen que pasar 100 años. Nada más.
Los morelenses tenemos un calendario increíble, con hechos y fechas cada uno de los 365 días del año, de acciones relacionadas con la Independencia, la Revolución y el estado de Morelos. Esa tarea, olvidada por siempre, la lograron el equipo de Cornejo y el complicado –porque muchas inteligencias normalmente chocan cuando las reúnen-- grupo multidisciplinario que con tanto ahínco y eficacia logró nuestro amigo y paisano Ángel Trujillo González, cronista de Jiutepec y pieza vital del engranaje de la comisión y del equipo legislativo de Cornejo.
Morelenses, como un servidor, fuimos descubriendo la historia de los últimos 200 años de esta tierra, incluso antes que llevara el nombre de Morelos. Una experiencia aleccionadora y necesaria para nosotros y las generaciones que siguen. La historia de Morelos tiene eventos interesantes, vibrantes, que pudimos descubrir gracias al trabajo de la comisión que encabeza Luis Arturo Cornejo Alatorre.
Otro hecho que deja huella permanente es la canción “Yo soy de Morelos”, que fue presentada y generó respuestas positivas. No era asunto de ensalzar a uno de los tantos héroes que nos honran, más bien lo que ha hecho de este solar un privilegio: tierra, aire, agua, caña de azúcar y exuberancia. Encontrar el orgullo extraviado de ser “de Morelos”. Conjuntados los valores, lo de menos era colocar nombres o títulos y llenar toda una portada. No, se privilegió lo que la naturaleza nos dotó, aquello que ha hecho posible la persistencia de Morelos por ser tierra de ejemplo, más allá de acontecimientos que si bien nos lastiman, nos inquieta, preocupan, nunca estarán más allá de la esencia que imprime Cornejo a sus acciones: “Yo soy de Morelos”.
Luis Arturo fue presidente de la sociedad de alumnos de la histórica escuela primaria “Benito Juárez” del centro de Cuernavaca; luego lo fue de la tradicional secundaria “Froylán Parroquín”, hoy conocida como “La Uno”; igual sucedió en la Preparatoria del estado, la única que existía en la ciudad, llamada en estos días “Bernabé L. de Elías”, y culminó su tránsito de liderazgo juvenil como presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios de Morelos, la FEUM. En la penúltima tarea es parte de quienes piden al presidente Gustavo Díaz Ordaz los terrenos de Chamilpa, donde se erige hoy nuestra universidad (y lo que son las cosas, como subdirector del CAPFCE a nivel nacional, hizo posible la construcción de la Torre Universitaria, símbolo del campus).
En política ha sido todo: regidor de Cuernavaca, dos veces diputado local, dirigente de partido, secretario de la Contraloría, titular de Gobernación y, sin ninguna duda, el hombre que realmente tuvo la cercanía, la presión y la orden de decisión del inolvidable gobernador Lauro Ortega. Claro, esto es historia, pero se busca simplemente el retrato de un político en plena madurez que dará más, mucho, a su tierra. Ayer tuvo que informar y eso, en estos tiempos de precariedad política, es un lujo.
De Bohemia con Carlos Cuevas
Hoy a las 10 de la noche sintonicemos el canal 70 del sistema de cable y el 3 de antena aérea, el primer programa “De Bohemia con Carlos Cuevas”, el bien ganado Rey del Bolero. Morelense por decisión propia, Carlos corresponde a esta tierra que tanto le ha dado y ofrece su talento, sus relaciones y su inigualable voz a sus paisanos. Vale la pena disfrutarlo. Artistas de renombre como Gualberto Castro, Las Jaramillo (claro, si no nos quitan la chuleta), Juan Carlos Mendoza, Alejandra Moreno, Ana Cirré y muchos más. Reconocimiento especial al trabajador y mejor colega Luis Fernando García Armendáriz, director general del Sistema Morelense de Radio y Televisión –sí, como antes, original, así se llama--. A disfrutar a Carlos Cuevas. Va.