Obviamente hay quienes no gustan de este tipo de informaciones; sin embargo, muchos saben de la disposición del que escribe de demostrar que es un espacio para todos. Hubo quienes en la caseta de vigilancia de cualquier medio nos dejaban recados con papel estraza: “Se murió mi papá. Era El Pulques, fue el primer taxista que hubo en Cuernavaca que permanecía vivo, siempre estaba en los partidos del Miraval y era amigo de tu jefe”. Los acompañaban de los datos generales. Todos en Cuernavaca sabían quién era el personaje, una persona querida.
No faltó el ocurrente, mala leche, aprovechado de la mesa que quiso quedar bien a costillas de su servidor. “Oye, porque no al nombre de tu columna que agregas secciones como Vorágine o Dicen, no colocas una más que se llame Obituario”. Y estalló en carcajadas. Dejamos que pasara un momento, que notara que nadie de los que estábamos ahí, amigos excepto él, celebraba su bromita. Luego le marcamos con seriedad: “No lo había considerado, ni siquiera pensado, pero si tienes la suerte de ‘caminar’ antes que yo, te prometo que la debuto con tu historia”. Hoy apenas nos saluda, lo que genera una tremenda despreocupación.
El buen Rafael Laddaga
Falleció el amigo, articulista, activista social y político Rafael Laddaga luego de luchar cual su costumbre contra una feroz enfermedad. Fue el jueves anterior; tenía 67 años. Originario de Ciudad Victoria, Tamaulipas, Rafael llegó hace muchos años a Morelos, en la práctica de su oficio como valuador de arte y anticuario, luchador social, hombre de izquierda, buen polemista. Su negocio La Tigra en la calle Gutenberg, durante muchos años fue referente no sólo de arte y cultura sino de política. De los que encabezaban el movimiento de comerciantes contra el túnel que pretendía construir el gobierno en turno de Jorge Carrillo. Rafael estuvo presente cuando por segunda ocasión vimos caminar en círculo en Plaza de Armas a ciudadanos con pancartas en una actitud sumamente pacífica.
La primera, en 1981, en ocasión de la muerte de Bobby Sands, líder del ERI (Ejército Republicano Irlandés), tras prolongada y ampliamente difundida huelga de hambre. Ese mismo día el embajador del Reino Unido y su señora esposa inauguraban acompañados de la responsable de cultura del gobierno del inolvidablemente mal recordado Armando León Bejarano, la señora Solveig Beaurang Akre, una exposición en el Palacio de Cortés. Uno de los manifestantes dio tremendos paletazos que casi estampan en el rostro la leyenda al embajador británico, en una acción inusitada que captó la lente del extinto colega fotógrafo Damián Jiménez Cadena, publicada en El Universal –donde el que escribe era corresponsal— y en la agencia de noticias AP, que dio la vuelta al mundo.
Laddaga vivió intensamente cada acción de su vida, padre ejemplar, buen compañero de café, mejor amigo de sus amigos. Vertical y directo. A su familia le enviamos un abrazo fuerte.
Moisés Lozano Villafaña
Activa la parca en la semana que concluyó. Un periodista con amplia capacidad de análisis, cuyas columnas y artículos requerían más de una lectura, también se adelantó. Es Moisés Lozano Villafaña que recién llegado a Morelos en las postrimerías del gobierno de Antonio Riva Palacio (venía de avanzada de Jorge Carrillo Olea del que fue primer coordinador de Comunicación Social), escribió en un diario local que le valió uno de los premios de periodismo de la época. Hablamos de 1993, por ahí.
Nos enteramos de su fallecimiento a través de amigos comunes y lo lamentamos. Nació en Guanajuato y en la Ciudad de México desarrolló una intensa carrera periodística y en el servicio público, siempre ligado a la comunicación. A los suyos, el pésame sincero.
Don Samuel Ruiz García
Fue obispo de los indígenas, de los pobres, un hombre cabal que supo ganarse el respeto. Don Samuel Ruiz García que tuvo a cargo en su última función episcopal la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, zona eminentemente partida en dos: unos cuantos caciques poderosísimos y una multitud indígena en extrema pobreza. Actor fundamental en el histórico evento del levantamiento zapatista el primer día de 1994; compartió créditos con el Subcomandante Marcos. Nunca se arredró a pesar de las presiones gubernamentales, supo ejercer su liderazgo y se ganó el respeto de propios y extraños. Don Samuel Ruiz murió anteayer. Era oriundo de Guanajuato, no registramos exactamente en qué lugar del Bajío y tuvo muchos amigos en Morelos además de razones para visitarnos frecuentemente.
Él junto con Raúl Vera, obispo de Saltillo, y Arturo Lona Reyes, de Tehuantepec, pueden considerarse de los discípulos directos de don Sergio Méndez Arceo, el inolvidable obispo de Cuernavaca, promotor de la teología de la liberación y creador de las Comunidades Eclesiales de Base, organismo generador de cuadros sociales importantes.