sin embargo, el 70% de ellas padece enfermedades crónico-degenerativas como diabetes, hipertensión, Alzheimer, etc., y debemos analizar las posibilidades y capacidades de cada persona para elegir el mejor lugar.
Cuando la familia decide contratar a una cuidadora o enfermera particular, es porque, generalmente, la persona adulta mayor tiene alguna discapacidad o sus funciones físicas están sumamente deterioradas. Uno de los problemas es, precisamente, la contratación de personal que se va encargar de atender y cuidar de la persona mayor. Otro problema es que si la persona tiene alguna discapacidad, se tienen que contratar dos personas por turno; esto implica un total de 4 personas diariamente sumadas a que descansan un día y ese día debe contratarse a 4 personas más. Esto, desde el punto de vista económico, representa alrededor de un gasto mensual promedio por el total de enfermeras que se requieren de 36,000 pesos.
Entonces, por qué no pensar en un lugar donde estén profesionalmente atendidas, donde puedan tener actividades físicas como son el taichí, el yoga, baile, canto, manualidades y actividades sociales, como son los juegos de mesa, las salidas culturales, la convivencia con personas de su misma edad.
En Morelos, específicamente en Cuernavaca, en este momento únicamente contamos con tan sólo un club de día, donde se manejan diversas actividades de lunes a viernes; el resto de los espacios son asilos donde se van a vivir las personas.
También es necesario contar con espacios verdes como en Alemania, Japón, China, España, Colombia que cuentan con parques lúdicos que tienen circuitos especialmente diseñados para personas adultas mayores.
A medida que envejecemos, nuestra forma física se debilita debido no sólo al envejecimiento biológico sino también al ajuste de la persona a un nivel inferior de actividad. El intento de separación se hace difícil debido a que el envejecimiento conlleva un debilitamiento de ciertas capacidades como son la agilidad, velocidad de movimiento, coordinación y equilibrio. Los cambios en la regulación del equilibrio, postura y movimiento son sumamente individuales. Moverse de manera lenta debilita la coordinación motora.
En la actualidad son muchas las personas en el mundo que dedican su esfuerzo y estudio a lo que podría denominarse como la nueva cultura de la longevidad. Se ha visto que la falta de espacios para practicar actividad física era un serio problema y una gran barrera. Es necesario extender las instalaciones y que con ello se pueda influenciar y motivar positivamente a los mayores a participar regularmente en programas de actividad física.
La caída es, con diferencia, la principal causa de muerte por accidente en el anciano. Alrededor del 41% de personas mayores restringe su movilidad por miedo a la caída, lo que dificulta la ejercitación de los sistemas de equilibrio. Por consiguiente, el miedo a caerse puede aumentar el riesgo de caída.
Según un estudio, en el que se realizó un trabajo de equilibrio y coordinación motora durante tres meses a un grupo de cuarenta sujetos de edades comprendidas entre 65 y 81 por un tiempo de setenta y cinco minutos una vez a la semana, se obtuvieron resultados sorprendentes que ponen de manifiesto la conclusión de que el ejercicio unido con el funcionamiento muscular y ejercicios de habilidades motrices reduce la velocidad del deterioro inevitable en el funcionamiento físico del cuerpo, así como que el incremento de la velocidad en la marcha y la mejora física aumenta la confianza en la movilidad.
Es por eso que debemos impulsar la cultura del envejecimiento y la cultura de las residencias geriátricas para que nuestras personas adultas mayores disfruten de esta última etapa.
Les recordamos que el día martes 29 de marzo a las 10:00 hrs. se llevará a cabo la junta mensual de la Red de Personas Adultas Mayores y el jueves 31 de marzo de las 16:00 a las 19:00 horas será el Baile de la Primavera para las personas adultas mayores, en la Comisión de Derechos Humanos, en Galeana 39 col. Acapatzingo. Mayores informes en el 3647171.