“Ya estamos hasta la madre”, que repite Javier Sicilia en su artículo de la Revista “Proceso” de ayer, llevan a la sociedad morelenses a otro escenario que tenemos que ver con la contundente realidad: la exigencia de que se haga justicia. En éste y en otros casos que padecemos muchos que jamás nos vamos a ir de estas tierras. Es obligado leer la carta de Javier Sicilia a “políticos” y “criminales” (el mismo Javier explica el porqué del entrecomillado) y revisar puntualmente el comportamiento de las instituciones responsables de hacer la tarea en los días siguientes.
Amado El Multiplicado
Derivado del comentario en esta columna de la semana pasada donde cuestionamos a Amado Orihuela, presidente estatal del Partido Revolucionario Institucional, un grupo de militantes jóvenes de este instituto nos solicitan el espacio con una serie de comentarios que deben preocupar no solo al dirigente del tricolor sino a la militancia completa, porque están casi en la víspera electoral. Obviamente el columnista no va a “ofrendar” a los autores del siguiente texto como lo quisiera el equipo que mantiene bajo control al de Mazatepec. Si algo de lo que sigue no es cierto, aquí está el espacio, pero todo indica que nos vamos a quedar esperando. Es contundente. Digan si no:
El PRI morelense enfrenta, cuando menos, dos problemas principales: el de su dirigente, y el de la estructura partidista. En cuanto al primero, destaca una situación inédita a nivel nacional, que consiste en las múltiples responsabilidades y tareas que acumula el Presidente del Comité directivo Estatal, Amado Orihuela, quien es diputado local, líder de la unión ejidal de los cañeros de Zacatepec, dirigente de la organización de cañeros a nivel nacional, líder del sector agrario en Morelos -que de manera interina es ocupada por otra persona-. Este asunto no es sólo un problema de concentración de funciones, sino de un desempeño que dista mucho de ser satisfactorio en cada uno de dichos ámbitos. En su calidad de dirigente de la CNC a nivel local, Amado Orihuela se caracterizó por el abandono de su gremio, incluso las instalaciones cenecistas lucen ausentes de actividad, prácticamente vacías y, en diversas ocasiones, con sus bardas utilizadas para publicidad de distintas empresas o motivos. En el campo. los ejidatarios se han quejado de la operación de los programas gubernamentales, como el reparto extemporáneo de fertilizantes, sin que hayan tenido quien los represente eficazmente, destacando el notable hecho de la constante desaparición del perfil agrario del estado, como resultado de la carencia de apoyos y proyectos a favor de la economía rural. Zonas de primera calidad para el cultivo de distintos productos, como el arroz, gradualmente cambian su vocación para ser destinadas a la construcción de vivienda.
Al frente de la unión de productores ejidatarios de caña de Zacatepec, el flamante Presidente del PRI en Morelos ha tenido, para decir lo menos, un desempeño controvertido por un manejo opaco en el pago a los productores, lo que ha generado diversas reclamaciones, y hasta la necesidad de abandonar algunas de las reuniones que fueron convocadas para conocer la situación financiera de los pagos y adeudos correspondientes; al mismo tiempo, el dirigente partidista se resiste a su propio relevo al frente de la unión que representa, no obstante haber ocupado el cargo por 10 años.
Como diputado local, Amado Orihuela no tiene buenas credenciales a exhibir, pues forma parte del grupo parlamentario del PRI que mayor representación ha tendido en los últimas décadas, pero también el de resultados más pobres, pues no han podido ser la parte de impulso de políticas y de normas que están llamados a cumplir en esta etapa en la vida de la entidad, y muy por el contrario se han caracterizado por sus rápidas aprobaciones de los proyectos de presupuesto del gobierno, sin ninguna posición crítica ni de impulso a la política social. En paralelo, la nota distintiva de este grupo al que pertenece el dirigente partidista, ha sido los conflictos internos reiterados, que han llevado al constante cambio de coordinador del propio grupo, al grado de completar en estos momentos cinco nominaciones en esa responsabilidad, de modo que el reto pareciera ser lograr que los 15 diputados del PRI en algún momento sean coordinadores, situación que alcanzaría un lugar en los anales de los record de las estupideces políticas.
En su condición de Presidente del PRI, el cañero Orihuela sigue tan ausente como en el resto de las posiciones que ocupa. Ha puesto en práctica unas giras de trabajo que entretienen pero que no instauran una estrategia que permita superar la conformación de dirigencias municipales de corte coyuntural y casual, que caracterizaron la etapa anterior. Es el momento que no se renueva el Consejo Político, y por tanto no se aprueba aún el programa de trabajo correspondiente dentro de ese órgano; desde el punto de vista financiero no se sabe a donde se canalizan los cuantiosos recursos que mensualmente recibe el PRI, señalándose que se recibieron algunas deudas del período que encabezó el Delegado Juan José Castro, pero es el momento que no se tiene una información puntual al respecto.