Si iban a hacer cambios que a casi nadie le colman la atención salvo la burocracia que en esas áreas trabaje, con la intención de “regar especies” para esconder el producto “esencia”. En el terreno gastronómico, con tanto programa en boga de Iron Cheef y anexas, los que somos ignorantes de la alta cocina comenzamos a conocer de productos que marcan la diferencia. Con el respeto debido –sobre todo al amigo personal Alejandro Pacheco Gómez- los cambios en el gabinete no eliminan la atención del fenómeno que generó el factor Javier Sicilia, el escritor, poeta y periodista que aunque no lo desee, es el referente de muchos en la impotencia social ante la falta de resultados. Se ha encontrado a partir de la marcha reciente, el sentimiento de, cuando menos, salir a la calle, ordenados, y hacer una catarsis.
¿Van a hacer caso? Lo más seguro es que no, pero la sociedad examina tareas y el promedio no les favorece siquiera “de panzazo”. La tendencia es a reprobar con promedio debajo del 5, reprobados al fin. Y no nos referimos al gobierno del Estado, incluimos al federal, sobre todo a este que ordena y mantiene la desigual lucha, usando de valladares a indefensos ciudadanos. Las bajas casi se dividen entre presuntos delincuentes y ciudadanos de paz. Otro hecho.
Pero volvamos al regado de especies. Tras la salida de tres secretarios prácticamente intrascendentes si se revisa su trabajo, “corrió la especie” que habrán más movimientos en el nivel del gabinete. Por enésima ocasión se menciona al procurador Pedro Luis Benítez Vélez, que por razones obvias siempre será el primero en tener las maletas listas a partir que asume el cargo, más un hombre que se preparó para serlo, como es el caso del actual fiscal estatal. Es natural que al procurador le exijamos resultados (el que escribe lo ha visto desde siempre en el terreno de la amistad fraterna y en los últimos días como morelense que quiere resultados en un caso que nos afectó terriblemente como es la pérdida del mayor de los hijos, que si no obra del crimen organizado si de manos cobardes y viles. Que la justicia lo o los atrape, ahí van, que el ciudadano común como su servidor y su familia, elimine cualquier afán de revancha, porque creemos en el efecto boomerang, nunca hagas lo que no quieres que te hagan y cada acción tiene su reacción). La justicia dice que pronto, no es asunto simple, lo entendemos, pero somos gente de medios y sabemos qué herramienta son si de atrapar malditos y entintarlos se trata. Un tema que a cada rato nos estruja, pero como dice el tocayo Sicilia “hagamos un pacto de amor” o algo así, en una entrevista de obligada lectura en la revista Proceso de esta semana, donde viene un reportaje que en nada nos favorece a los de Cuernavaca denominado “Tour del terror por Cuernavaca”. Sí, se vive complicado, pero no necesitamos que cuando menos aquí nos repitan lo que sabemos, que lo saben las autoridades municipales, estatales, federales pero, tenemos que admitirlo, no en el resto del país. El lunes próximo es Semana Santa, necesitamos del turismo, ojala que alguien nos salve. No nos salimos del tema, hoy todo viene ligado a través de las especies a todo.
“Se va Pedro Luis”, unos, “¿Se va Benítez?” o “¡Qué bueno que ya se va el procurador!”, otros. Aquel servidor público que crea que el sillón, los carros, el personal y hasta los tabiques de la oficina son suyos, está loco. Si Benítez tiene que irse, es hasta normal, el puesto no es de elección. Tampoco sorprende que se “corra la especie”. Normal. Lo que sí vale dejar impreso con la responsabilidad que conlleva una vieja amistad, que no conocimos de Benítez antes de ser procurador que tuviera tres condiciones que estigmatizan:
1.- No es bandido.
2.- No está ni estuvo ligado con bandas delictivas del nivel que sea.
3.- Es un profesional del Derecho bien hecho, producto nato de la cultura del esfuerzo.
Para pronto, si es hora de irse, su mayor preocupación es que hay decenas de secuestradores purgando condena en las cárceles de Morelos que seguramente no lo aprecian. No hay otra. Tendrá que rehabilitarse socialmente en algún otro lugar temporalmente y regresar con bríos a su tierra natal. Tampoco puede ser un ex funcionario que se pasee con dos guardias a costo del pueblo. Menos permitir la función de “blanco” en el juego de “péguenle al negro”. Si es hora de marcharse, ya, que lo haga.
Si bien las especies que luego usábamos los veteranos periodistas para darle consistencia a una información, hoy regresan pero en tropel y pensamos que “el reguero de especies” llevan como fin que el olfato del más avezado se confunda con el elemento a cuidar, “la esencia”, lo que no hay que tocar pero está a la vista de todos. ¿Que qué esencia? Es como cuando se va en la escalera de bajada y gritamos para que nos dejen seguir a bordo y nadie nos escucha, no sabes si se quedaron mudos o si son sordos. Simplemente no te quieren ver y menos escuchar.
Hay en la superficie, en la parte media y en el fondo un par de palabras que estremecen, sacan las especies a circulación y esconden la esencia: Juicio Político.
Si a un servidor le preguntan si está por el juicio político al gobernador Marco Adame Castillo, la respuesta es no. Y exponemos una razón poderosa: si estamos la sociedad morelense metidos en un grave problema de inseguridad, si aportamos muertos a la impresionante suma nacional, que se quede, que se haga responsable y que al final del camino (18 de mayo del 2012) decidamos los morelenses si lo sacamos en hombros o le hacemos valla desde Plaza de Armas hasta el risueño y hermoso paraje de Atlacholoaya. ¿Por qué se va a ir?
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De Especies y Esencias
De uso común en redacciones de hace tres décadas, paulatinamente, la frase “se conoció de la especie” o “de las especies”, con lo que dábamos forma a alguna nota. Algo así como hoy es tan común el trascendido. Bueno, en estos momentos es cuando mejor se aplica el riego de las especies, pero no ante hechos reales y consumados como el cambio de tres secretarios del gabinete, sino porque el pueblo—pueblo en las plazas, las calles y avenidas, en su coliseo donde han pasado a ser espectadores inermes pero con la posibilidad de activarse, quieren más. Damos inicio con “se regó la especie”, porque a partir del evento del 10 de abril donde para los que gobiernan, nuestro ilustre paisano Emiliano Zapata pasó a segundo plano, justo cuando no se observan en qué plano están ellos, los funcionarios, abajísimo, rozando el piso, en verdaderos aprietos.
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