A este nuevo es al que hay que cuidar, porque de suponerse que viene a acabar con lo que dejara Oswaldo, no dudemos que los grandes recursos y programas que entrega Sedesol, la información en sus padrones de ayuda social y su operatividad en el momento electoral, ahora los maneje un funcionario al que nadie conocemos y, no podemos descartar, fue colocado por el senador Rivera Pérez, por la razón sencilla que esta delegación ha sido su concesión o franquicia desde hace casi cinco años.
Entonces, Adrián --sabedor que las opiniones y encuestas no le favorecen-- se va a jugar el todo por el todo, pero no con una pieza tan cercana a él totalmente desgastada como es Oswaldo Castañeda sino con un desconocido cuyo apellido que no recordamos a bien --Lasses o Delasses-- es común en la esfera burocrática. La Sedesol es un brazo que bien aceitado, con el manejo de profesionales, va a servirle al Partido Acción Nacional en la elección del año que viene. Lo pueden negar pero es un hecho, y no ahora o hace 10 años, siempre dependencias especiales --¿Recuerdan Solidaridad de Carlos Salinas de Gortari?-- hacen funciones de secretaría de operaciones y gestión social del partido que gobierne.
Por ello, con absoluto respeto a colegas además amigos, damos nuestro punto de vista: se fue Oswaldo Castañeda pero el proyecto sigue en favor de Adrián Rivera Pérez, que quiere ser candidato y gobernador, la primera una empresa también difícil porque a pesar de ser neopanista, Víctor Caballero Solano, el secretario de Salud, tiene mejor ambiente adentro… y afuera. Y la segunda, más complicada, porque “El Cuadradito de Basoco” --caramba, cuánto tiempo de no mencionarlo, que el apodo nos cae bien, al pequeño callejón donde pasó su infancia Adrián-- va atrasado en las encuestas, según dicen sus adversarios. Hay que esperar.
La Lucha del SME
El dirigente en Cuernavaca de la sección sindical del SME, Héctor Salazar Porcayo, y su compañero Marco Antonio García Barrera, responsable del área de Trabajo, se encuentran escondidos porque la justicia—gobierno los quiere tener presos en el penal. Salazar Porcayo --este último apellido de prosapia entre los eléctricos, desde Ramón hasta Roberto “El Fifi”, pasando por Toño “El Gallo”-- ha sido un dirigente luchador, comprometido con su causa, y tal como nos lo platican reporteros y a la vista las crónicas del día desde que lo acusa el gobierno federal, no va a andar huyendo o escondido todo el tiempo. No son delincuentes junto con Marco Antonio, tampoco forman parte de una organización criminal como tratan de exhibirlos.
No. La gente sabe quiénes son y las amenazas convertidas en papeles de procuradurías y juzgados federales tendrán efecto legal pero nunca la razón.
El Puente Roto
Cobró su primera víctima el famoso “Puente Roto” de la calle Benito Juárez de Jiutepec: un vecino de una unidad habitacional que jamás se enteró que la calle estaba cerrada --no hay aviso alguno para peatones--, que “se echó unas” y por la noche se dirigía a su hogar cuando se le terminó el piso. Cayó cuatro meses y fue necesaria la presencia de una ambulancia.
Ya dijimos que es una obra necesaria, dicen que va a durar un mes --les quedan tres semanas--, que han cerrado en su totalidad los negocios del último tramo y nadie les informa nada. No sabemos quién fue la víctima, pero los vecinos aseguran que estuvo un buen rato pidiendo auxilio con ayes de dolor. Lo bueno es que la ambulancia, no muy a tiempo, llegó.