Es necesario hacer cambios, cambios en la mirada institucional y a entender que las personas no son objeto de intervención, sino que ellas son: “titulares de derechos”.
En el caso de los adultos mayores, debemos pensar en ir hacia una revalorización de la población anciana, no solamente en lo que hace a la implementación de distintas actividades que promover, sino también en el cuidado que reciben en las residencias, en el caso de los ancianos en situación vulnerable. Uno de los pilares centrales es la prevención del maltrato de las personas adultas mayores.
Situación de maltrato en México hacia las personas adultas mayores:
La problemática de las personas adultas mayores, es que están en una edad en la que se es dependiente de otro. Las maneras de agredir a los ancianos pueden ser desde las más sutiles, como una frase cortante por sus limitaciones, hasta la agresión física, sexual, financiera, el chantaje filial, la poca atención o los descuidos en ella, causándoles consecuencias físicas (alteraciones orgánicas, del sistema nervioso, trastornos del sueño), psicológicas (baja autoestima, aislamiento, temor, depresión) y sociales (pérdida de roles, prejuicios sociales, inactividad, dependencia).
La ONU decretó el día 15 de junio como el Día Internacional por el No Maltrato al Adulto Mayor, fecha con la que se trata de crear conciencia sobre una problemática en aumento en las sociedades modernas que existen en todo el mundo.
¿A qué se denomina abuso y maltrato de los ancianos? A todo acto que vulnere el respeto a la dignidad y el ejercicio de los derechos, como la independencia, participación, dignidad, cuidados y autorrealización. Precisando un poco más, se define el maltrato hacia las personas mayores como “la acción única o repetida, o la falta de respuesta apropiada, que causa daño o angustia a una persona mayor y que ocurre dentro de cualquier relación donde exista una expectativa de confianza”. Los mayores son muy sensibles.
Existen distintos tipos de maltrato a personas mayores:
- Físico: uso intencionado de la fuerza física que puede dar lugar a lesión corporal, dolor físico o perjuicio.
- Psicológico: causar intencionadamente angustia, sentimientos de indignidad, miedo o estrés mediante actos verbales o no verbales, pueden darse de igual manera.
- Sexual: comportamientos (gestos, insinuaciones, exhibicionismos, etcétera) o contacto sexual de cualquier tipo, intentado o consumado, no consentido o con personas incapaces de dar consentimiento, por encontrarse discapacitadas.
- Económico: utilización no autorizada, ilegal o inapropiada de fondos, propiedades, o recursos de una persona mayor.
- Negligencia: no atender las necesidades básicas de una persona mayor como son la salud, la alimentación, el vestir, la higiene personal y la vivienda. La negligencia puede ser no intencionada o intencionada, según la conciencia o conocimiento que tenga el que la ejerce. Puede ser activa o pasiva (por omisión, cuando se deja de hacer o de actuar en un momento en que se debería, también es negligencia.
- Obstinación terapéutica: realización de pruebas diagnósticas, para aumentar el conocimiento sobre la patología o situación clínica de un paciente, sin que se prevea que vaya a tener una posterior traducción en beneficios reales para el mismo, o utilización de medios desproporcionados para prolongar artificialmente la vida biológica de un paciente con enfermedad irreversible o terminal.
Consecuencias
Un porcentaje importante de los casos de abuso a adultos mayores se da en el hogar por parte de un familiar, y en menor grado por la pareja, vecino, profesional o cuidador. Aunque resulta inconcebible que los adultos mayores, débiles, dependientes, discapacitados sean objeto de maltrato en el seno de la familia, principalmente por sus propios hijos e hijas, estos en nuestros días continúan siendo víctimas de la violencia familiar (muy común).
Las víctimas son habitualmente personas muy ancianas y frágiles, que conviven con sus maltratadores (los que muchas veces dependen financieramente de sus víctimas). Normalmente niegan el abuso tanto los abusados como los abusadores.
Más del 10% de la población actual del mundo supera los 60 años y pertenece al grupo poblacional del adulto mayor. Aunque a muchos de ellos les cuesta trabajo reconocerlo, son sometidos a diversas formas de maltrato de manera aislada o reiterada en el hogar, la calle, los centros de salud y otros lugares. Esta parece ser todavía una forma de violencia desconocida e imperceptible en las sociedades de hoy, que viven tan agitadas y preocupadas por otras cosas.
Por lo sensible de la cuestión y para contribuir al consenso político y social de que la violencia contra los ancianos puede ser un acto evitado y prevenible, se instituyó el 15 de junio como la fecha en la que se realizan distintas tareas para tratar de revertir esta problemática.