Como todas las personas a las que copio en este correo podrán ver, el correo que le escribí tiene fecha de Agosto 2 de 2011 y no de Diciembre de 2010 como usted publica.
Usted seleccionó, con algún tipo de sesgo periodístico o por alguna otra razón, el correo electrónico que más “light” le pareció, cuando le envié un archivo en donde se muestra en realidad quién es Jorge Arturo Díaz de Sandi Cedeño, a quien usted ha dado credibilidad en sus declaraciones sin aún mencionarlo y sin saber que lo mismo que va y le dice a usted, lo publica en sus columnas de la revista Poder Ciudadano y en su twitter de @colonosdelicias y @fraudeheronmex exhibiéndose. (Cabe hacer mención que en la revista antes mencionada tomaron con mucha mayor responsabilidad el asunto y decidieron no publicar nada hasta que nosotros estuviéramos listos para enviar un documento más completo con relación al asunto que se maneja.)
La misma fuente que usted maneja, el Señor Jorge Arturo Díaz de Sandi Cedeño, ni siquiera tiene una denuncia en nuestra contra en la PGJ.
Si desea más información para formarse un criterio y, como profesional de la noticia determinar qué publicar y qué no, con gusto se la proporciono.
Envío copia de este correo a miembros de la dirección y administración del periódico en el que usted escribe para asegurarme de que la información se maneje con la prudencia y responsabilidad que amerita.
Respuesta de JJF
Señor Garza Madera: No lo conozco, tampoco he tratado personal o telefónicamente con el ingeniero Arturo Díaz de Sandi, que ha hecho mención en este y otros espacios sobre un presunto fraude por usted ha cometido en su contra. Es asunto de la justicia y de ustedes. Su correo lo publiqué exactamente como me llegó. Desconozco si omití alguna parte y si así es, le ruego me ayude para que se conozca en su totalidad. No tengo parte en este asunto de usted y el señor Díaz de Sandi. Sin embargo, le comento que desde hace cuando menos un año y medio me entero a través de cuando menos tres personas de Cuernavaca, amigos míos, de cantidades importantes que depositaron en su empresa y se llamaban robados. Creo que esa es una de las razones por las que un familiar suyo se encuentra privado de su libertad y en la cárcel, un evento por cierto ampliamente difundido en los medios. El sesgo que usted refiere es una percepción suya que no acepto porque nunca hubo intención de acuerdo a lo que usted supone. Quizá lo tendría si antes de publicarlo en el diario y en las páginas de internet que nos dan cabida, lo hago llegar a su objetivo: el señor Díaz de Sandi. Ahí habría sesgo. Esta persona se enteró con los lectores al día siguiente, como debe ser en una tarea pública como la que realizo. Voy a publicar lo que me envía por su propia petición, hago a un lado el tema familiar que me parece delicado, si es que se acerca a la verdad. Es respetable lo que señala, pero el criterio final lo tienen los lectores en cuanto a lo aquí y antes escrito, mientras que en lo jurídico es su empresa contra no sé cuantos cientos de presuntos defraudados. Si usted y el señor Díaz de Sandi eran grandes amigos como conozco a través de otro correo del ingeniero, si lo ayudó en momentos críticos, lo tendrán que dirimir ambos. Si el ingeniero Díaz de Sandi no lo denunció penalmente, contemos uno menos, no por ello digamos que no es afectado como él mismo señala contundentemente, junto con su señora madre. Lo que entiendo es que usted, señor Ricardo Garza Madera, se encuentra involucrado en un problema legal, grave, tanto que tiene a un hijo suyo en prisión. Y, me convenzo, que pretende litigar en los medios como en este momento este espacio se está prestando a ello. Sugiero instruya mejor a sus abogados para que el tema jurídico se aclare y por razones naturales, el mismo tendrá que seguir siendo público, dado el número de denunciantes y el monto que les fueron sacados de su cartera familiar. Así que si la intención es evitar que toquemos el tema, el que escribe se ve obligado a meterse de lleno en la investigación informativa derivada de expedientes y declaraciones. El abogado Rafael Borrego Díaz, nos hace llegar un correo donde asegura representar a un numeroso grupo de presuntos afectados y textualmente sostiene: "represento a 240 ofendidos y nosotros habíamos detenido a Carlos Garza", que supongo es su hijo. Conozco al licenciado Borrego y por supuesto que vamos a buscar pormenores del asunto. A usted, le ofrezco el espacio de esta columna, pero le subrayo: dejar de mencionar un tema público, jamás. Hago votos porque su otro problema familiar tenga solución, no soy yo quien lo determina, pero creo que existe un poder mayor que va a ayudar. Lo de la fecha diciembre del 2010, así lo recibí y no es más que el correo que le hace llegar el señor Díaz de Sandi a usted y como intuí que sería un tema largo dado el caso tan publicitado y con tanto dinero por medio, deje las cosas tal cual. No sé dónde lo leyó usted, pero le voy a enviar copia fiel de lo publicado al día siguiente de su correo. Creo que usted, señor Garza Madera, es un hombre capacitado, preparado estratégicamente para enfrentar a cientos de presuntos afectados y espera encontrarse con un cándido reportero. Soy un hombre maduro como supongo lo es usted. Aquí no valen argucias legales ni chicanadas. Por ello, su otro tema, lo entiendo y reitero: que tenga un final afortunado. En tanto, es usted uno de los lectores a los cuales me debo, lo respeto como tal, pero le comento: su tema, lo de Herón México, incluso el proceso que le siguen a Carlos Garza, su hijo, son temas de interés público y como tales deben tener seguimiento. El otro punto, grave por cierto, le sugiero que lo ventile con las autoridades correspondientes, que presione a las procuradurías, que haga valer su condición ciudadana. El que escribe cumple con la discrecionalidad que usted nos solicita. No soy un abusivo… o cuando menos eso creo. Me someto a la prueba que usted disponga, lo hacemos en público, asisto puntualmente. Espero que de ser posible, usted, don Ricardo, también lo haga. Lo saludo de la misma forma como usted lo hace.