Claro, los demás no están “de palo” y quienes conocen entrañas de partidos, de la vida política local y arman escenarios, saben exactamente tamaños, dimensiones y posibilidades de cada uno. Erik Salgado manifiesta interés en participar. No sabemos si definió directamente la candidatura a la presidencia municipal de Cuernavaca.
La política no es de ilusiones, ni se juega a la comidita aunque así lo demuestren actuaciones de los últimos tiempos donde la cabeza anda por los pies y éstos derraman materia gris. La política es un quehacer profesional que requiere, entre otras condiciones, sólida vertebración, consistencia, talento e inteligencia. Nada fácil, así que hagan cuentas. Es claro que Erik Salgado tiene todas las posibilidades –igual que los otros mencionados: Rodrigo Gayosso Cepeda, Romualdo Salgado Valle-- a ser electo por su partido a algún cargo popular. Son parte de un consolidado grupo político. Sin embargo, la razón se asoma para indicar que la pelea por la presidencia se encuentra en otro nivel, más allá de las diputaciones locales o regidurías (donde se les vería más cómodo y con la dimensión precisa de su estatura y experiencia). Pero claro, se les pone a jugar porque estamos en tiempos políticos, aunque el proceso electoral legal no haya iniciado. La efervescencia cunde en cada frente y los del PRI ya juegan.
Encontraríamos en el mismo círculo cercano al presidente Martínez Garrigós otros personajes con perfil mayor a los aludidos en primer plano, pero en estas cosas todos, sin excepción, tienen derecho a manifestar sus aspiraciones, sus intenciones, sus deseos y anhelos, y las condiciones marcarán quiénes sí y cuáles no. Lo cierto es que esta ocasión el PRI no dará ventaja alguna ni concesiones. Estos últimos dos años y medio les han servido para entender que de la misma manera como hartaron a una sociedad que imaginaba el cambio como posibilidad, han generado positivo ambiente en su entorno social, y estos mismos hoy reclaman con el viejo dicho: “más vale viejo por conocido”. El hartazgo que tan bien definió en el 2000 el gran mexicano Carlos Monsivais para interpretar la caída del PRI cabe tras estos 11-12 años de gobiernos de Acción Nacional: se agotó la cuerda y no da más. No se observa a los priistas como “los más buenos”, pero sí como “los menos malos”, dadas las actuaciones a la vista de todos.
Decíamos que uno de los puntos dentro de la estrategia general del PRI en México y en Morelos, es que no darán ninguna ventaja porque conocen mediciones de profesionales en cada distrito local y federal, municipios y, claro, en la entidad completa. No arriesgarán el envío a posiciones de atención con la mínima posibilidad de derrota, hablamos del gobierno. No importan los pregones, las campañas o las influencias y amiguismos: el candidato a gobernador del PRI será el que en el momento de la decisión –que se vislumbrará en mes y medio y se conocerá en unos tres-- esté mejor posicionado y haya logrado los consensos necesarios entre los grupos reanimados de poder que ya cuentan los priistas no hace mucho.
El candidato del PRI al gobierno de Morelos no va a ser el amigo más cercano a Enrique Peña Nieto, Humberto Moreira y demás integrantes de la cúpula. Éstos son de los que han remado duro, contracorriente para posicionar a su partido en este momento, así que no permitirán que se mueva ninguna fibra de sus emociones para dar o quitar, se llevarán por lo que dictan los tiempos de posibilidad política: los que garanticen victoria. Y punto.
Así Cuernavaca tiene una amplia baraja entre los priistas. Allá cada quien si los califica o no, pero en palabras del mítico Rubén Figueroa, “El Viejo”: “La caballada está gorda”. Y vean si no, con el aviso del que escribe que trataremos guiarnos con estricto orden alfabético para que no se especule:
Jorge Arizmendi García, diputado local por esta capital.
Omar Guerra Melgar, diputado local por Cuernavaca.
Jorge Meade González, regidor del Ayuntamiento local.
Romualdo Salgado Valle, ex regidor y director del DIF Cuernavaca.
Erik Salgado Fernández, presidente del PRI local hasta con solicitud de renuncia.
Matías Nazario Morales, secretario de Finanzas del CDE del PRI.
Víctor Samuel Palma César, secretario general de la CNOP del PRI Morelos.
Hay otros que se irán sumando a las extraoficiales listas aquí y por otros sitios. En tanto, la contienda está ya.