Los mismos ex rectores así lo afirman. Algunos se impresionan y en comentarios de añoranza dicen: “Si así hubiese estado cuando yo estudiaba” o “Cuando yo trabajaba, no existía esto o aquello”. No lo digo sólo como rector, sino como universitario: la UAEM es otra. Conocí a esta noble institución en agosto de 1982 y desde entonces cada rectorado ha intencionado su crecimiento, todos hemos logrado que paulatinamente nuestra Universidad se coloque entre las mejores del país. Hemos pasado por etapas complejas, pero me parece que se ha logrado un gran nivel de madurez. Así lo podemos constatar en el proceso de elección de la estructura directiva de la Federación de Estudiantes Universitarios, con la mayor participación de la historia, de estudiantes del nivel medio superior y sobre todo del nivel superior. La sombra de la vuelta al “porrismo” o de ser un “brazo” de algún partido político ha quedado superada. Más de trece mil estudiantes (el 70 % de la población) asistieron a las urnas. Ya quisieran algunos gobernantes no sólo del país, sino del mundo, que los procesos de elección tuvieran tal magnitud de participación. Esto habla por sí mismo, de la responsabilidad que asumieron los alumnos universitarios al tomar en sus manos la decisión de elegir a quienes querían como sus dirigentes. Pero además, en el marco de las tensiones propias de una elección democrática, la organización de los comicios fue, sobre todo, en calma, sin violencia. ¡Esta es otra Universidad!
En mi plan de trabajo 2007-2013 para llegar a la rectoría, mi eslogan era: “La Universidad nos une en la construcción de su futuro”. Sin lugar a dudas, sólo la unión ha hecho posible el avance tan importante que ha tenido la UAEM. Una administración central, compacta, con pocos cambios a lo largo de este periodo, trabajando redobladamente, ajustándose a las transformaciones propias de una institución que quiere estar a la altura de los nuevos tiempos. Aún estamos trabajando para implementar un nuevo y moderno sistema informático, que confío al final de este año y principios del siguiente lo tendremos y seguro habrá más motivos para considerar que estamos ante otra Universidad.
Esta unión también se reflejó en la construcción de tantas obras que han transformado radicalmente a nuestra Universidad. En Chamilpa empezamos por pintar todos los edificios académicos y administrativos con colores determinados por el comité de imagen institucional, mandatado por el Honorable Consejo Universitario. Se adoquinaron los edificios del Instituto de Ciencias de la Educación, Humanidades, Farmacia y Ciencias. En ese lugar, antes había un estacionamiento de tierra suelta, que en tiempo de lluvia se transformaba en un gran charco que enlodaba a todo aquel que se atreviera a pasar por ahí. También se terminó el Edificio de la Facultad de Ciencias. La Dirección de Personal se transformó en una oficina moderna y de gran orden. Igualmente pasó con Servicios Escolares y las Secretarías de Extensión, Administrativa y General. La Rectoría se pasó al 7º piso de la Torre, el cual se había diseñado para tal fin, desde hace más de 15 años. La Radio tiene ahora un lugar moderno y digno. Los dos Sindicatos cuentan con nuevas instalaciones. Las Facultades de Medicina, Psicología, Artes y Humanidades tienen nuevos edificios. Hay dos nuevos quioscos de convivencia para estudiantes: uno terminado, para Farmacia y Humanidades; y otro en construcción, que estará listo en diciembre. Estamos por terminar una espectacular y moderna Biblioteca Central. Igualmente avanzamos en el edificio de la Torre de Laboratorios. En breve reanudaremos la construcción del nuevo edificio de Ciencias Químicas e Ingenierías. Se están construyendo nuevos edificios para Farmacia y otro más para la reciente carrera de Nutrición. Unidos, los Universitarios estamos creciendo. En esta unión, mi reconocimiento y agradecimiento a los gobiernos municipales, sobre todo de Cuernavaca en sus dos etapas; a los gobiernos estatal y federal, particularmente a la Subsecretaría de Educación Superior, con ellos gestionamos los recursos para la regionalización y la Universiada; a los senadores y diputados federales; y particularmente a la presente legislatura estatal, que en estos dos años han sido grandes aliados de esta ¡Otra UAEM! Hasta la Próxima. Por Una Humanidad Culta.