Mañana es un día importante en el calendario priista, es el límite para que los que desean ser diputados federales o senadores pidan licencia definitiva al cargo que ocupan, en su caso. Pero más allá de ello, la percepción general en los campamentos priistas, los llamados desde el CEN a determinados personajes, los propios “golpes” mediáticos, anuncian que en cualquier momento surge el “humo blanco”, como decían los antiguos. Los términos “acá” y “allá” más que nunca están empatados y les diremos por qué.
Mientras que “allá” Los Números han sido claros en ventaja a dos priistas de los varios aspirantes al gobierno (con uno de ellos, el más joven, dominando la punta con claridad y consistencia), “acá” de pronto surge el nerviosismo y se dejan llegar falsas señales que muestran desesperación. Eso, por razones naturales, les será contraproducente a quien lo genere. “Acá” se acortan los tiempos y se obliga a la toma de decisiones, en tanto que “allá” han agarrado en la operación El Caso Morelos con responsabilidad, y sólo falta el manotazo sobre la mesa que se necesita “acá” para que ningún desborde ponga en riesgo la ventaja como partido. Es tarea del “Negro” René Juárez Cisneros y del delegado nacional hacer saber a cada uno de los inquietos aspirantes que los espacios son varios, atractivos y que se cierra el ciclo de los “yo tengo tanto” o “esta es mi fuerza”.
No caben ya, entonces, los “blofs” de tal o cual fuerza, ni actitudes que rompan con el esquema que desde “allá” traza Enrique Peña Nieto, ayer mismo. Como en el plano federal, el mexiquense tomó la punta para no perderla, y el no registro del senador Manlio Fabio Beltrones indica que se colocó la razón sobre enojos, molestias o falsas expectativas. Sobran ejemplos del modelo político peñanietista, en este momento oficialmente el priista más importante del país y puntero de cualquier medición priista y con adversarios partidistas.
Ejemplo claro es su propia sucesión en su terruño no hace mucho, donde su corazón estaba totalmente con Alfredo del Mazo III pero la razón, la certeza y la lógica apuntan al actual gobernador Eruviel Ávila. Tomó la decisión sin hacer ningún rictus, mostrando congruencia y la intención de no poner en peligro el proyecto mayor: la presidencia del país. Esa práctica muestra que Peña no va a poner en riesgo siquiera un distrito en disputa y mucho menos un gobierno estatal. Así que se termina de tajo con el rubro de la especulación que lleva fotos en su compañía, supuestos de cercanía, viejas relaciones estudiantiles o chorchas de adolescentes. Imposible no ser serios cuando en juego está el gobierno de México y en el caso del PRI su retorno al poder después de 12 años, misma condición que aquí en Morelos.
Partiendo de lo que se ve, la sucesión en el PRI Morelos por la gubernatura del año próximo no ha sido una carnicería. Se han dado acciones y movimientos naturales de las aspiraciones de cada personaje, pero nada que indique que se ha perdido la razón. Como que a cada cual le queda claro que son oposición, que han tenido que cargar muchos años con la marca del desdén y que han surgido en el 2009 en una oleada que si bien no se genera totalmente aquí en la entidad, tienen que ver muchos ciudadanos, entre ellos militantes priistas. No obstante campañas con o sin razones, batallas donde el dinero está en medio de la política y la empresa, la gente del PRI tiene claro que esta es su oportunidad, que no se dará tan continuamente, que su posibilidad no parte de la esperanza de si Peña Nieto la arrastra –que seguramente tendrá su influencia--, sino de que se siente, se huele, se advierte un ingrediente como el del 2009 en Cuernavaca, que alcanzó para tomar parte de la periferia y todos los distritos locales y federales.
¿Cómo lo van a dejar ir porque tal o cual no están a gusto? Que les muestren la lista de posiciones y que la piensen. Si ni así entienden, que tomen lo que crean su mejor decisión. Los priistas buscan sacar el proceso con la mayor tersura, ¿quiénes de ellos no lo quisieran de esa manera? Pero hay ocasiones que las instituciones tienen que hacer sentir su fuerza sobre los individuos. Y el CEN de tricolor lo es y sólo falta que actúe.
En tanto, los priistas tienen claro que lo que tienen encima son buenas noticias. Se terminó el juego de la especulación; han entrado en los terrenos de los hechos y éstos son casi imposibles de engañar. Así que a darle…