A Martínez Garrigós le han dado una y otra patada en la parte trasera sin ningún recato. Como que envían señales de su dureza a muchas partes, y la razón la hacen valer por el tamaño territorial de Morelos, su número de votantes y la poca importancia que históricamente han tenido desde el comité ejecutivo nacional a los priistas locales.
Los días siguientes son clave para lo que le depara al PRI en Morelos, porque de la misma manera en que es complicado para Amado Orihuela transitar al triunfo sin MMG, si Amado fuese el indispuesto, la necesidad haría que lo acercaran a la obediencia porque su base es firme. Eran uno de los dos, pero con la gracia y la prudencia para hacer una dupla con posibilidades desde El Senado. Es el acuerdo no cumplido por El Chino Chong, cada vez más cercano al comportamiento de personeros de la mafia asiática que al de un presunto y discutible estadista que ha gobernado una entidad tan importante como Hidalgo. Este señor de rasgos especiales y no Pedro Joaquín Coldwell, manda en el PRI nacional. El tema es, para estos momentos, un asunto de formas y de fondos. Las formas han sido violadas abusivamente por los cenistas del PRI y el fondo es la complicidad con serviles que en nada abonarán con votos. En alguna parte de esta corta y larga historia, priistas llegaron a creer que sería un proceso aseado, de inclusión y la unidad estaría encima de todo. No ha habido en los hechos actos reales de unidad, se han dado en los escritorios.
Pero el endurecimiento de los jefecillos del CEN ha provocado la natural molestia de quienes se sienten afectados, que tenían varios escenarios en su futuro inmediato y que de pronto no los incluyen ni en las mentadas de madre que a granel se dan por todas partes. Esto, hasta este instante, es un hecho. Otro, probable, es el inicio de la represión en una sociedad que aun que extraña sucede, en este caso con entidades del gobierno judicial, y no descartamos actos arbitrarios, legaloides y hasta siembras perversas para acallar lo que no es más que la petición de equidad en un proceso que han echado a perder en el CEN.
Si tienen la intención y el personal a modo para enviar recados amenazantes, seguramente cuentan con estructuras y programas de sometimiento inimaginable. Pero si hablamos de acciones mafiosas, nada tiene que descartarse. Sólo que en estos casos donde el Imperio de la Razón debiera prevalecer, “el gang” del CEN no cuenta que enfrente van a tener compañeros suyos de partido, que no se van a ir a apoyar a nadie más y harán valer sus derechos partidarios y constitucionales. Ante el abuso del poder, solo queda la movilización y exhibición de los malos actos, sean quienes sean los autores, en este caso desde Pedro Joaquín Coldwell hasta el último funcionario de la directiva nacional. Sabemos que quien manda en estos momentos es Enrique Peña Nieto, pero no tiene valor oficial para manifestarse al respecto, pero lo que sus enviados realizan –sobre todo Miguel Osorio Chong y el pirata Fidel Herrera Beltrán—seguramente lo conoce y ha pasado por su escritorio.
De ahí que buenos para los números, los del CEN subestimen al priismo morelense y, nos vamos más lejos, al decir que han pactado en las cúpulas del poder que Morelos se quede como está o que sea uno de los sitios donde crezca Andrés Manuel López Obrador. Estos días de la semana son importantes para conocer el rumbo del PRI, la única candidatura que conocemos casi oficialmente y lo que pudiera venir. Un efecto negativo a partir de los abusos del CEN, seguro los lleva al riesgo. Que salga por ahí la mesura y, verdaderamente, todos los participantes le alcen la mano a Amado Orihuela Trejo, es un magnífico augurio. Pero ahí mismo tienen que ser congruentes con el capital de cada personaje y darles lo que merecen.