Él como Presidente Municipal de Cuernavaca y un servidor como Rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Siempre amable, respetuoso, serio y formal, Jesús fue mi alumno en la licenciatura en psicología de la UAEM, por los años de 1984-1985, en la materia de psicología social. Como alumno, siempre se mostró muy comprometido y fue un auténtico líder de su grupo. También fue exigente y demandaba lo mejor de sus maestros, pero también de sus compañeros. Con las mejores calificaciones, tenía la autoridad moral de exigir y de hacer cumplir a quienes como profesores o directivos no correspondían con el nivel de calidad que Jesús, desde entonces, ya planteaba. En aquella época yo le comentaba, con la más pura intuición de un docente, que él tenía muchas aptitudes de político. ¿Qué observaba? Inteligencia, excelente manejo del idioma, elocuencia y serenidad al hablar o leer, y honestidad en el campo del saber. Características que considero deben tener los políticos de nuestro país. Y le auguraba: “tú serás político Jesús”, él sonreía con la complicidad de su entonces novia y compañera de grupo, que a la postre, fue su esposa y madre de sus hijos, Ivonne Zorrilla. Y sí, desde mi punto de vista fue un buen político, lo demostró su participación como secretario particular, pero sobre todo como Secretario General de Gobierno con el Gobernador Sergio Estrada Cajigal, cargo en el cual desempeñó un excelente papel y mostró sus dotes como gran conciliador en los momentos más álgidos de ese gobierno. Como presidente municipal de Cuernavaca, seguramente tuvo sus momentos de acierto, convocatoria y lucidez, aunque también quizá sus claro oscuros. No podría ser de otra manera, de acuerdo a las circunstancias que tuvo que enfrentar, pero estoy seguro que siempre trató de hacer las cosas de la mejor manera posible, en un contexto político complejo. Pero es en relación con la UAEM, donde yo puedo ser más objetivo en mis conceptos y hablar con conocimiento de causa. Jesús Giles fue siempre un aliado de la UAEM. En lo personal, como Rector, sólo recibí apoyo y solidaridad. Jamás una actitud de abuso, de falta de respeto a la institución o a mi persona. Nunca, ninguna decisión que tomé en relación al municipio, fue vista como algo personal, aunque no fuera lo que él consideraba necesario para tratar de superar algún problema, sobre todo en el tema relacionado con el relleno sanitario de Loma de Mejía. Traté de corresponderle en todos aquellos asuntos que no implicaban una afectación a la autonomía de la UAEM. Él siempre lo comprendió así y de esa manera mantuvimos una relación positiva, tanto en el plano institucional como en el personal. La última vez que tuve oportunidad de saludarlo fue el año pasado, en la gestión que realicé en búsqueda de más apoyo económico para la Universidad. Esto fue en la Ciudad de México, en la Cámara de Diputados. Jesús ya mostraba los efectos del tratamiento de la enfermedad. Nos saludamos con el gusto de siempre, como colegas, como universitarios. Giles jamás se olvidó que fue egresado de la UAEM y como tal se comportó, apoyándola siempre y considerándola una institución que requería todo el respaldo no sólo del gobierno, sino de los municipios. Actuó en consecuencia, sin demagogia, congruente como era, más allá de los discursos, pues siempre entregó puntualmente el famoso 5% pro universidad, que los municipios cobran a los ciudadanos. En su gestión al frente del Ayuntamiento de Cuernavaca, podemos decir que fue el único municipio que cumplió cabalmente con dicha aportación. Desde luego que la muerte de Jesús, significa una gran pérdida para el estado, porque estoy seguro que la carrera política de Giles Sánchez, tenía mucho más que dar. Sin conocer bien cuáles son los procesos para asignar las candidaturas de su partido, me atrevo a decir que en estas elecciones para gobernador del estado, Jesús Giles hubiera sido un buen candidato de su instituto político.
Expreso mis más sentidas condolencias a familiares y amigos de Jesús. Descanse en paz, un gran hombre, colega, universitario y político. ¡Hasta la próxima!