Sabemos que el gobierno se ha preocupado y ocupado, de darles un beneficio económico de 800 pesos bimestrales a los adultos mayores adscritos al programa de pensión 70 y Más, pero que no llega a todos los lugares donde existen personas mayores de 70 años; sin embargo, necesitamos que se tenga algo más: Cultura de la prevención.
También es importante, que el gobierno, junto con la sociedad civil, cree programas de beneficio social y mejore la salud de todas las personas adultas mayores.
El sector salud por sí mismo, con toda la infraestructura que se ha creado, que es mucha, no es posible que resuelva todos los problemas y más ahora, cuando día a día se incluyen en este grupo de la población alrededor de 800 personas, las cuales requieren de muchísimas cosas, no solamente del apoyo económico de dicha cantidad.
El sector salud se suma hoy a los programas de inclusión social para brindarles a todos los adultos mayores, beneficios en cuestión de apoyo en cuanto a medicamentos, por ejemplo, las personas que tienen IMSS o ISSSTE, en algunos estados se cuenta con el apoyo de cirugía de cataratas gratis, convenios con centros de audición para que sus aparatos les resulten más económicos, etcétera.
Las agendas políticas de todos nuestros candidatos deben tener como prioridad: trabajar en equipo los programas sociales, porque se les debe llevar esperanza a todos nuestros adultos mayores.
Debe tomarse como una misión muy importante la inclusión social, y ver que es una parte fundamental la salud, para darles una nueva calidad de vida en el bienestar, en la satisfacción global, y principalmente, en la felicidad. Necesitamos devolverles a nuestros adultos mayores, un poquito de lo mucho que nos han dado, de lo que le han dado a este México, que han hecho un país maravilloso y lleno de oportunidades y que debe continuar así.
Debemos apoyar para que se creen más convenios con instituciones tanto públicas como privadas para ayudar a este sección vulnerable de nuestro país, porque cada día son más adultos mayores los que necesitan del apoyo de los demás.
El ofrecerles una pensión no les resuelve la vida; deben crearse fuentes de trabajo especialmente diseñados para ellos: si estamos hablando de adultos mayores urbanos, crear asesores y consejos de ancianos, que puedan brindar asesoría en base a lo que ellos aprendieron y tienen experiencia; en el campo de la misma manera, que los jóvenes aprendan de los viejos, porque son un cúmulo de sabiduría y experiencia que se debe aprovechar.
Ojalá nuestros siguientes políticos, y los que se quedan también, tengan como máxima prioridad la inclusión social de las personas adultas mayores en todos los ámbitos de la sociedad, ya que deben darse cuenta de que son muy necesarios y sobre todo, para comenzar a difundir una cultura del envejecimiento.
Y también es necesario, se establezcan mejores relaciones entre los jóvenes y los mayores, para que deje de existir esta brecha intergeneracional y se puedan aprovechar las experiencias de ambos, mutuamente; y se establezcan trabajos especiales para jóvenes como para personas mayores.