Esta semana hay un evento muy importante en la ciudad de Toluca, en la Universidad Autónoma del Estado de México: la XVIII Asamblea Nacional de Responsables de Cooperación, de todas las universidades e instituciones de educación superior, afiliadas a la ANUIES. El tema de la cooperación internacional, asociada naturalmente a la movilidad estudiantil, es un asunto de primerísima importancia en la medida en que coloca y define el lugar de la educación superior mexicana en el ámbito internacional. Ello tiene un gran significado en la actual era globalizadora de las sociedades y economías, cuya base de crecimiento y desarrollo está en la generación de conocimientos. ¿Cuántos de nuestros jóvenes están experimentando la vivencia de aprendizaje fuera de su país, con otro idioma, otra cultura, otras formas de encarar las exigencias de la vida?, ¿quiénes y por qué tienen más oportunidades para lograr esta experiencia?, ¿cuáles son las facilidades o las dificultades para movilizarse dentro y fuera del país?, ¿cuáles y por qué son los principales destinos de nuestros estudiantes en movilidad?, ¿cuántos y qué países escogen a México como destino de movilidad de sus estudiantes?, ¿qué disciplinas son motivo de movilidad, tanto para mexicanos salientes como para extranjeros que vienen a México? Seguramente en esta asamblea nacional con participación internacional, como lo implica la conferencia magistral que impartirá la Dra. Patricia Chow, del Institute for International Education (IIE) de los Estados Unidos, se tratarán éstos y otros temas más. Por mi parte, quisiera aproximarme a algunas respuestas sobre estas interrogantes que, sin duda, requieren de análisis más profundos y detallados que no pueden ser tratados suficientemente en este espacio. Voy a retomar los datos proporcionados por la primera edición de la Encuesta Nacional Patlani, con la participación de 115 universidades, que abarca el periodo de agosto de 2010 a julio de 2011. Sólo voy a repetir algunos datos que ya proporcioné en otras colaboraciones, con el fin de que permitan una mejor lectura y comprensión del presente artículo. Como he comentado, tenemos un gran déficit en el registro de información fidedigna en el tema de movilidad estudiantil, tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, el esfuerzo más serio que se ha realizado para ello es el de la Encuesta Patlani y ello nos permite obtener algunos datos importantes como el hecho de que tenemos a 7,689 estudiantes extranjeros en México, mientras que hay 11,371 estudiantes mexicanos en movilidad internacional. Este último dato, apenas representa el 1.08% del total de la matrícula de las 115 instituciones participantes. El 67% de estos estudiantes mexicanos en el extranjero, provienen de universidades privadas, principalmente de la Región Noreste (Coahuila, Durango, Nuevo León, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas) de la ANUIES, región que representa el 55% de la movilidad de los estudiantes que salen del país. La Región Sur-Sureste (Campeche, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán) de la ANUIES, es la que tiene menor movilidad de alumnos hacia el extranjero, pues sólo alcanza el 3%. Sin lugar a dudas, la razón de estas diferencias de movilidad es de tipo económico. El Noreste se caracteriza por sus mejores condiciones económicas en lo general, sobre todo si se considera que la movilidad de esta región está concentrada en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey y en la Universidad de Monterrey. Además, falta una política financiera de apoyo de movilidad internacional para las universidades públicas. Otro factor, también asociado al asunto económico es la ventaja de tener el manejo de otra lengua, que está más o menos generalizado en los estudiantes de las universidades privadas, aquellas reconocidas por su buena calidad. Pero el buen manejo de otro idioma no es, normalmente, atribuido a la universidad, sino al hecho de que gran parte de los estudiantes de estas universidades, provienen también de la educación básica privada. Y este sector privado de la educación básica, sólo aquel reconocido por su calidad y, también por sus altos costos, contempla en sus programas de estudio materias en otros idiomas, principalmente el inglés, pero en otras incluso el francés, alemán o japonés. De tal forma que estos estudiantes, incluso cuando van a las universidades públicas, llegan al nivel superior con este plus que les da la ventaja para acceder a las becas ofrecidas para la movilidad internacional por distintos organismos, lo cual agrava las brechas entre los niveles socioeconómicos de los estudiantes y, por ende, del país. Continuaré. ¡Hasta la próxima! Twitter: @Bilbao_pieldura E-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
La Piel Dura
Lectura 3 - 5 minutos
La movilidad estudiantil internacional: la educación básica ¿factor?
“No se trata de endurecerse, sino de hacerse duros”
F. Truffaut.
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