La custodia particular de funcionarios de primer nivel parece necesaria, sin embargo las condiciones económicas de la sociedad local no están para malgastar el poco dinero que habrá. Por otro lado, un ex gobernador se va tranquilo en el aspecto económico. Imposible que no sea así. No conocemos a ninguno que viva con la modestia o en el estatus que llegó. Ninguno. Algunos en el camino han perdido lo “ganado” en malas inversiones que, a propósito, hoy enquistados en la nueva administración quieren recuperar, a pesar de la vigilancia que será objeto por parte de quienes sí los conocen.
Sin embargo, parece ociosa esta medida, porque como están las cosas, cualquier ex mandatario lo menos que va a hacer es tomarse su año sabático, no sólo para el relax natural que creen merecer, sino porque lo que menos desean es que los vea la gente común, y por regla histórica cuando tuvieron un paso brillante –que cada cual dirá si es el caso—deben hacerse a un lado para el desarrollo del gobernador vigente. Aunque, bueno, eso era hace mucho
La cosa es que los diputados como Carlos de la Rosa Segura, se ocupan en lo que conocen que son las leyes y cómo hacerlas o derogarlas, otros no alcanzan a ver más allá de su nariz y dejan que el estado de hunda veloz y dramáticamente en lo financiero. No es cosa de llegar y sentarse. Nunca como hoy la necesidad de eficacia en los tres poderes que hacen al Gobierno, fue tan vital. Ojalá y conozcan su rol, y se eviten protagonismos como el que a continuación referimos.
Ojo
La política es algo más que poseen los oportunistas. Debe aprenderlo Javier Bolaños Aguilar, un veracruzano con 11 años en Morelos que por segunda ocasión obtiene un cargo electoral de manera extraña. No todo es show ni hacerle al gracioso. La política es seria. ¿Recuerdan el cártel del agua? Sigue en movimiento, ahí tienen a uno de sus fundadores. No es el juego de la comidita ni la petición de la pena de muerte que buscaba más reflectores que resultados. Buzo mi jalapeño, porque el escabeche espera.